La misma fuerza que desatada y a lo bestia ha sumido a Japón en un desastre descomunal, es la que aquí cerquita irrumpe también imparable, pero en plan amable y variopinto.
Decididamente estamos en sus manos. Más nos vale, pues, tenerla de aliada; que como rival puede aún darnos mayores sustos.
Consciente de que en este pequeño mundo no hay distancias; que Japón está a vuelo de pájaro y Libia, con la guerra que tiene montada, a salto de orilla, aprovecho la bonanza del este lugar y de este momento para recrearme contemplando lo que nadie sembró, pero nació; lo que nadie cuida, pero florece. Y me doy prisa, no sea que venga el de la cortacésped y lo fastidie.
Lo descubrí esta tarde, cuando mis politos tiraban inmisericordemente de mí. Tuve que hacer la foto después, una vez que los dejé a buen recaudo.
Yo también llevo varios días fijándome en esta primavera, al igual que todos los días dedico tiempo a Japón y a Libia. También dedico tiempo a la Luna, aunque yo sí creo en su influencia sobre mí. Dedico tiempo a trabajar, a cuidar de los míos y además saco tiempo para las pequeñas chapucillas a las que tengo que tengo que enfrentarme por el uso y disfrute de las cosas. Intento relacionarme con la gente todo lo que puedo y me fastidian sobremanera las injusticias de lo cotidiano. En fin, supongo que esto es mi vida, La Vida en definitiva, y con todas sus cosas es lo más hermoso que tenemos y por lo que más debemos luchar.
ResponderEliminar"Habrá un día en que todos, al levantar la vista,..."
http://www.youtube.com/watch?v=dvgZkm1xWPE
Qué preciosas Míguel. Aquí en Madrid, en las cercanías de mi barrio está la Dehesa de la Villa y ya lleva el césped unas semanas lleno de las margaritas que yo adoro. Si voy en coche las veo y me alegran todo, si en autobús igual, es una maravilla y junto con los árboles y arbustos de distintos colores, si tuviera cámara de fotos, haría como tú, fotos y más fotos, pero las disfruto cada primavera y son uno de esos paisajes que recuerdo con más alegría y regocijo.
ResponderEliminarBesos