Siempre me creí que las cosas sucedieron tal y como las aprendí, según me las contaron. Igual que hay un cielo, el sol y la luna, yo tenía de la historia una idea: que era lo que era.
Pero no. Qué va. La historia es según… nos la cuenten quienes la vivieron, la veamos cuando la estudiamos, la describan los que la estudian, la observen al pasear por sus museos curiosos y ociosos viajeros.
De la gesta de Colón hay varias versiones, de la incivil guerra española al menos dos, o tres. Según.
El otro día echaron por la tele La Buena Nueva, película de Helena Taberna, que recoge la experiencia vital de su tío Marino Ayerra, cura en tiempos de la guerra del 36, en la Navarra republicana. Ya hice, dos años ha, mis comentarios a esta película que fue ofrecida en el festival de Valladolid: uno y dos.
El argumento es:
«El protagonista es un cura joven que estudia en Roma y es destinado por su obispo a Alsasua (Navarra) el día siguiente al de la sublevación de Franco (el 19 de Julio del 36), un pueblo socialista y anticlerical. Su obispo le pide que sea el más “rojo” del pueblo porque allí los curas no tienen nada que hacer.
Él quiere vivir la Buena Nueva del evangelio de Jesús, siempre a favor de los que más sufren y de los oprimidos. Comprueba con tristeza cómo los curas y obispos apoyan el levantamiento de Franco y él se queda con los perdedores.
Son impresionantes las escenas del terror que provocan los “ganadores” en aquel pueblo. Los comunistas, socialistas o anarquistas son fusilados sin juicio previo o tirados por las simas de los montes cercanos.
Él va tomando nota de los nombres de los que mueren y del lugar donde caen: en medio del monte, en el barranco… Toma nota de todo en un diario.
Como se enfrenta a su obispo que quiere que le haga caso ” al poder establecido”, encuentra apoyo en una joven maestra, de derechas, pero a quien los falangistas y requetés le matan a su marido, socialista. Desde entonces deja de ir a la iglesia porque los amigos de los curas le han matado a su marido.
Antes de irse de la parroquia le entrega al monaguillo su diario con la advertencia de que lo guarde y se lo entregue el día de mañana a sus hijos porque todo el mundo debe saber lo que ha pasado: quienes eran los muertos del pueblo fusilados o lanzados al abismo y el lugar donde estaban porque si no, sería doble pérdida, la de sus vidas y la de su memoria.
La película es un homenaje a la memoria histórica.»
(Tomado de aquí)
Ayerra escribió un libro que tuvo mucho éxito en Argentina y fue reeditado tres veces. Posteriormente ha sido editado en España en 2002: “MALDITOS SEAIS. No me avergoncé del Evangelio” Marino Ayerra Redín. Editorial de Minitzoa S.L. Avda. de Navarra, 5 –Of.2.Iruña (Navarra). Tfno. 948253085.
Es otra visión de lo que algunos, muchos, llamaron y siguen llamando La Santa Cruzada de Liberación.
Hay una frase que a mí me impactó la primera vez que la vi y volvió a hacerlo esta segunda. El obispo le dice al curilla en un momento de diálogo puro y duro: "Ya estamos otra vez a vueltas con el dichoso evangelio", malhumorado por las razones que aduce el inferior.
Pero impresionantes, de verdad, tres imágenes, que me quedan aún grabadas en las entrañas:
Y la parte final de la película, con la misa solemne en la plaza del pueblo, celebrando la victoria, y la otra, en el monte, junto a la sima donde yacen los cuerpos de los asesinados, las mujeres agrupadas y haciendo promesa firme de recordar para que nunca se olvide.
Por otra parte hoy es el día de La Hispanidad. Otra gesta, el descubrimiento de América, que habrá sido como haya sido. Pero que la cuentan según y cómo.
Acabo de leer la versión de este señor:
«Desafiando la furia de los vientos y el hambre de los monstruos devoradores de barcos, el almirante Cristóbal Colón se echó a la mar. El no descubrió América. Un siglo antes habían llegado los polinesios, cinco siglos antes habían llegado los vikingos. Y trescientos siglos antes que todos, habían llegado los más antiguos pobladores de estas tierras, a quienes Colón llamó indios creyendo que había entrado al Oriente por la puerta de atrás.
(Dicen que lo firma Eduardo Galeano. Yo no puedo dar fe, hago constar)
Pero añado aquí estos otros comentarios, por si aclaran algo:
Como no entendía lo que esos nativos decían, Colón creyó que no sabían hablar; y como andaban desnudos, eran mansos y daban todo a cambio de nada, creyó que no eran gentes de razón.
Aunque murió convencido de que sus viajes lo habían llevado al Asia, Colón tuvo sus dudas. Las despejó en el segundo viaje. Cuando sus naves anclaron en una bahía de Cuba, a mediados de junio de 1494, el almirante dictó un acta estableciendo que estaba en China. Dejó constancia de que sus tripulantes lo reconocían así; y a quien dijera lo contrario se le darían cien azotes, se le cobraría una pena de diez mil maravedíes y se le cortaría la lengua.
Al pie, firmaron los pocos marineros que sabían firmar.»
(de “Espejos”, una historia casi universal. Editorial Siglo XXI, 2008) (Tomado de aquí)(Dicen que lo firma Eduardo Galeano. Yo no puedo dar fe, hago constar)
Pero añado aquí estos otros comentarios, por si aclaran algo:
Sanson, en El Norte de Castilla El Roto, en El País
Yo creo que la historia está hecha de plastilina. Es tan fácil de moldear, ¡si hasta se hace con las manos!
Yo creo que la historia está hecha de plastilina. Es tan fácil de moldear, ¡si hasta se hace con las manos!
Y detrás de todo, el inconsciente colectivo de la humanidad que enmascarado tras las más diversas culturas y acciones, sigue erre que erre. Parece, que el última instancia, es lo que queda. Un abrazo.
ResponderEliminarUpps, no había caído en la cuenta que hoy es el día del Pilar. Creo que hay una Pilar por ahí a la que transmitirle felicitación, pues eso, delego en tí, Felicidades!!! ;D
ResponderEliminarAquí estamos "emejota" y yo de guardia en este puente haciéndote los correspondientes comentarios.
ResponderEliminar¿Cómo tienes tanta capacidad para escribir de todo? me maravillas cada día, cuando hay temas, sobre ellos y cuando no te los sacas de ¿dónde?.
Bueno sea como sea te diré que la peli no la he querido ver ni en el cine ni en la tele. A mi me sangra la herida todavía y más viendo cómo tratan a la Ley de Memoria Histórica desde la derecha, los jueces del Tribunal Supremo que están encausando a Garzón, los jueces provinciales o locales, o los que tengan jurisdicción, negando la apertura de fosas comunes... etc, etc.... es demasiado para mi. No quiero ver la miseria del alma de tanta gente y que sigue y pervive en esta derecha meapilas, hipócrita, mediocre y desleal. Me hace sacar mi yo vengador y justiciero y, ya sé, que es inútil sufrir si no puedo resolver nada, así que decido ahorrarme ese rato.
Sobre el famoso "Descubrimiento de América" ¿cuántas mentiras hemos soportado? ¿cómo no entender a los americanos "descubiertos" si, salvando las distancias, los imagino con la misma sensación que a mi me sale con la guerra civil? Claro que se les puede y se les debe comprender. ¿Cuánta barbarie tuvieron que soportar a causa de la ignorancia, la avaricia y la estupidez de los que allí llegaron?
Y qué me dices de los "gloriosos" Reyes Caóticos (así los llama un conocido mío -y tuyo de oídas-, judío.
La Historia: ¿de quién se puede fiar uno? de los textos que aprendimos nosotros no, ni de uno sólo, todo trastocado, manipulado y etc.etc.
Por eso yo veo a Iñaki Gabilondo que suele entrevistar a gentes con credibilidad sobre materias diversas y entre ellos historiadores serios.
Bueno, Míguel, no nos des tanto trabajo que Emejota y yo tenemos más cosas que hacer que seguirte los pasos, guapo (es broma).
Besos
Y muchas más cosas, Miguel Ángel, como, por ejemplo, la invasión musulmana, que cuando la aprendimos parecía que habían llegado tropecientos mil bajo un estandarte de la media luna, y eran cuatro gatos,formando los estados mayoritariamente godos convertidos al islam, de ahí que los que se fueron expulsados por los Reyes (Católicos) se llamaran Torres (Mohamed Torres se llama una calle de Tetuán), o Baeza, o Valor.
ResponderEliminarLo del cura navarro me ha impresionado. Yo conozco el caso contrario, para mi pesar. El párroco de la Basílica de Yecla, recién acabada la Guerra Civil, llamó a la reconciliación, al perdón y a la paz. Lo recluyeron en una casa de reposo de inmediato y enviaron a su lugar a un cura joven que lo primero que hizo fue denunciar al que había sido alcalde socialista, que fue fusilado sin juicio, un hombre bueno al que nadie había querido denunciar y al que protegía todo el pueblo. Ya ves. En fin, no es cosa del hábito, sino de la moral que cada cual tenga, y del caso que se haga a eso del evangelio.
emejota, pues si éste es el inconsciente colectivo que a todos nos embarga, apañados vamos… Glorioso futuro, a la vista del pasado.
ResponderEliminarMisión cumplida. No ha bastado con un guiño, ha sido con un beso. ¿Vale?
Julia, corazón mío, sólo por escucharte y leerte, hago entradas de lo que sea y como sea, en el número y en el momento que mejor te parezca, y me pongo a esperar que llegues.
Y ya sabes, mañana, otro. Besos a tutiplén.
Clares, en efecto, hay muchas más cosas. Y lo del hábito, pues por supuesto; el hábito no es el culpable, sino quienes con él o a pesar de él hacen las burradas que al desnudo no podrían o no se les consentiría perpetrar.
En cuanto al evangelio, también se puede convertir en una simple palabra y pervertirlo para usar y tirar.
Por cierto, el chiste de Sansón GENIAL,¡eso tenían que haber hecho y echarlos de allí a sopapos!
ResponderEliminarEl del Roto, como siempre, inconmensurable.
Voy a ver la entrada de hoy ¡es que no paras!
Besos