Otra más, pero esta vez cortando por lo sano

     Me llamaron para pedirme donación y darme cita. Martes, 8, a las diez. Llegué y tras firmar los papeles obligados me dijeron que nada de pamplinas, que un sistemático, para ver. La última, en abril, se decidieron por coger plasma y plaquetas, y fueron sesentaitantos minutos, con paradas e intermitencias de la máquina que se quejaba de mis venas y del líquido excesivamente bajo en los preciados tesoros. Ya me avisaron, que no volvería a repetirse una situación así, que no es conveniente.

     Tras el resultado, va a ser plasma. Las plaquetas, que serían más necesarias, llevarían demasiado tiempo, y no se hace. Me salían casi setenta minutos, una exageración.

     Así que me enchufaron a la máquina. Era otra diferente a la de otra veces. En sólo cuatro ciclos se terminó el asunto: cuarenta minutos.

     Así que tras ingerir un zumo, me he vuelto para casa.

     Tarea concluida.
¡Hazte donante de sangre!

Sólo te supondrá un poco de tiempo, cada dos o tres meses.

3 comentarios:

  1. Siempre preguntamos que se puede hacer para ayudar de verdad, siempre nos quejamos que nadie hace nada, que no se puede hacer nada…:

    ¡Donar sangre salva vidas! ¡Donar sangre es vida! ¡Donar sangre evita sufrimiento innecesario! Si todos donamos sangre la falta, la mafia, el negociado, la suplicas se terminarían.

    No cuesta absolutamente nada más que una hora, una insignificante hora que puede darle al mundo mucho más de lo que uno puede creer, y mucho más de lo que realmente haríamos con esa hora.

    No hay que pensarlo tanto, no pasa nada, no duele, solo hay que estar ahí tranquilo y dejar que el resto haga el trabajo.

    La sangre el cuerpo la recupera pronto, en un mes ya estamos igual que antes, con el agregado de haber hecho algo por los demás (y por uno), que el cuerpo produzca sangre la limpia, la rejuvenece, haciendo lo mismo con nosotros.

    Donar sangre es un acto de AMOR y algo tan simple que una vez que lo hagas, lo vas a seguir haciendo siempre.

    Un abrazo amigo y que bueno que seas tan solidario, tan humano, un ser con tanto amor.

    HologramaBlanco

    ResponderEliminar
  2. Fui donante mucho tiempo y arrastré a muchos conmigo. Tengo entendido que mi tierra es de las más solidarias en ese sentido. Y eso me hace sentir bien.

    ResponderEliminar
  3. Parece mentira que algo tan sencillo y barato resulte para tanta gente desconocido e/o indiferente.

    Edgardo, yo no lo veo tan excelso; si se piensa bien es tan simple como ceder el asiento a una persona mayor o aupar a una chiquilla a beber del chorro de la fuente.

    De todas maneras, gracias por tus palabras.

    mariajesus no sé cómo está en ranking en mi tierra, pero esta mañana éramos dos al tiempo con la aféresis y cinco camillas ocupadas con donantes.

    Al contrario que tú, yo no consigo arrastrar a nadie, eso creo al menos.

    ResponderEliminar