La radio te enseña


     Soy más de radio que de tele. Entre otras cosas, porque en la radio oigo música y noticias sin tener que estar quieto mirando, al tiempo que hago mil cosas, fregar el piso, cavar el jardín, pasear por el pinar, o circular en bici por las calles (y que nadie me diga que eso está prohibido por el código de circulación, que ya lo sé y tengo asumido el riesgo de un accidente o de una multa, si al guardia de turno le complace; normalmente me salvo con una regañina cariñosa).

     El caso es que esta mañana, pasado el mediodía, escuchando la Tres de radio nacional, me enteré de una cosa, al menos chocante.

     En este dichoso mundo todo se compra y todo se vende, y a la viceversa. Pero que se trate de una iglesia en ruinas, hemos de convenir que no es un objeto de compra venta al uso.

     Se llamaba John Martyn, escocés, nació en New Malden, Surrey, el 11 de septiembre de 1948 y falleció el 29 de enero de 2009.

Archivo:John Martyn 2006.jpg

     Nacido como Ian David McGeachy, adoptó el nombre de John Martyn en honor a las guitarras Martin. Digo yo que ya tendría afición, el muchacho.

     Sus avatares musicales, y su evolución a partir de un año sabático en Jamaica, están suficientemente relatados en Wikipedia, la madre de todas las enciclopedias. De modo que quien quiera saber más, que vaya allí.

     El caso es que este señor se encaprichó de una pequeña iglesia en ruinas que existía en su tierra.

     Desconozco las circunstancias en que se encontraba la propiedad, pero parece ser que eran muy calamitosas. Aún así no podía hacer frente al desembolso que se le exigía para adquirir la propiedad. En vista de lo cual, su casa discográfica, la que fuera en ese momento, le prometió adelantarle el dinero, con la condición de que grabara un nuevo disco.

     Parece ser que a John le pareció bien la oferta, así que ni corto ni perezoso se puso a ello. El resultado es este conjunto de piezas musicales de las que él no es sino un simple versionador. Esta es la lista completa del disco:

                              01. He's Got All The Whiskey, de Bobby Charles
                              02. God's Song
                              03. How Fortunate The Man With None
                              04. Small Town Talk
                              05. Excuse Me Mister
                              06. Strange Fruit
                              07. The Sky Is Crying
                              08. Glory Box
                              09. Feel
                              10. Death Don’t Have Mercy
                              11. How Fortunate The Man With None (original version)

     Una cosa digo, y es que John Martyn no es, no fue, un cantante a secas, sino que tiene, tenía, su personalidad.

     Sólo una muestra: Aquí puedes escuchar una de las entradas de este disco: Glory Box


     Llamó a su obra “the church with one bell”, la iglesia con una sola campana.


     Ya dije que la tal iglesia no debía estar nada bien, pero ignoro si perdió campanas o es que la pobre no tuvo nunca más que una.

     De todas las maneras, de qué cosas tan interesantes se entera uno por la radio. ¿A que sí?

2 comentarios:

  1. Entrega, pasión, ilusión, proyecto, generosidad, desprendimiento, talento... uaaaaa, esta sí que es una historia bonita (que desconocía, por cierto). Deberé escuchar más la radio...

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  2. Preciosa historia amigo mío querido. Yo, al contrario que tú, nunca oigo radio, me desesperan los anuncios, antes escuchaba la SER cuando Iñaki y eso, ya ni eso.

    Bueno te tengo a ti que lo cuentas en diferido y purgado de las interferencias molestas. Gracias y un besazo.

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