Faltan cinco días


Las últimas noticias que llegan de Birmania sugieren ( y obligan) a volver sobre este país y los abusos que en él comete sistemáticamente la Junta Militar que lo gobierna contra su pueblo.

Pero la voz de Birmania nos llega desde distintos lugares y con distintos acentos.

Se podría resumir este comentario con un ramillete de palabras y el recuerdo a unas lágrimas, diciendo algo así:

Birmania: Vida, dolor, literatura, premonición, homenaje, los sollozos de Zoya Phan, una médica en la frontera, la lucha por un “movimiento” y una llamada de atención.

No es la imaginación la que combina estos elementos. Es la realidad la que los conforma y presenta directamente a nuestra consideración.

VEAMOS:

VIDA Y DOLOR

“La vida y el dolor” de Birmania y su pueblo es ya conocido especialmente a partir de la llamada “revolución del azafrán”, protagonizada por los monjes budistas de Birmania en Septiembre de 2007, que ha ocupado las primeras páginas de los periódicos de España y de muchos otros países del mundo.

Ahora, en diciembre de 2008, nos llegan noticias de que docenas de defensores de los derechos humanos han sido condenados a largas penas de cárcel.

La Junta Militar ha sentenciado últimamente a 215 activistas políticos, monjes, monjas y periodistas durante el mes de noviembre, siendo el número total de prisioneros políticos sentenciados, desde el último año, de 384.

El famoso comediante, y activista, Zarganar, que organizó la llegada de suministros para los supervivientes del ciclón Nargis, fue condenado en sentencias que totalizan 59 años.

El destacado monje budista U. Gambira, líder de la “Alianza de los Monjes de Birmania” (All Burma Monks’ Alliance) que jugó un destacado papel en la “Revolución del Azafrán”, recibió sentencias que totalizan 68 años.

Veintitrés miembros del “Grupo de la Generación de Estudiantes del 88″ (88 Generation Studenst Group), que lideraron protestas en Agosto y Septiembre de 2007, recibieron sentencias de 65 años cada uno.

LITERATURA

Por otra parte “la literatura” se hace novedad, y testigo del dolor y la opresión, en las páginas escritas por Emma Larkin (Secret Histories. 2004) que ahora se publican en castellano con el título de “Historias secretas de Birmania. A la sombra de George Orwell”, en traducción de Mireia Terés Loriente, y en edición efectuada por Revista Altaïr S.L. Badalona. 2008.

PREMONICIÓN

“La premonición” salta a la vista al recorrer las páginas de George Orwell (Eric Arthur Blair), tanto en su lectura directa de su principales obras (”Los días de Birmania”, “Rebelión en la Granja”, “1984″) como en la que tan inteligentemente hace Emma Larkin en la citada publicación.

“Los días de Birmania” es la primera novela de G. Orwell. Es fruto de sus experiencias en la Birmania colonial inglesa de principios del siglo XX. También en esa etapa el pueblo de Birmania sufría el despotismo de sus gobernantes propios y de los colonizadores. “Rebelión en la Granja” y “1984”, nos dice Emma Larkin, anticipan, en varias décadas, la actual situación de control total de la población que actualmente, y desde 1962, se vive en Birmania.

HOMENAJE

“El homenaje” tuvo lugar en el Palau de la Generalitat, en Barcelona, el 11 de noviembre de este año 2008, en el acto de entrega de “XX Premio Internacional Catalunya 2008, concedido a la médico birmana Cynthia Maung y a la también birmana Daw (Señora) Aung san Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz de 1991.

LOS SOLLOZOS DE ZOYA PHAN

Allí Zoya Pahn, “lloró” durante el acto, y sus lágrimas y sollozos pusieron fuerza, humanidad y sentimiento a su discurso y a todo el acto.

Zoya Pahn es una animosa y pacifica luchadora birmana por la democracia y los derechos humanos en su país, una mujer joven de enorme fuerza en su expresión verbal, y de recia voluntad para la consecución de sus ideales. Rompió en sollozos y lagrimas mientras desgranaba las miserias que padece el pueblo birmano, durante su discurso de agradecimiento, en nombre de Suu Kyi, por la concesión del citado “XX Premio Internacional Catalunya 2008″.

De los discursos de la Doctora Cynthia y de Zoya Pahn, cabe destacar sobre todo el testimonio directo e irrefutable que han dado de las míseras condiciones de vida del pueblo birmano.

UNA MÉDICA EN LA FRONTERA

Cynthia Maung, que realiza su meritoria labor medico-hospitalaria en la frontera de Tailandia con Birmania, testimonió la subsistencia de terribles abusos de la Junta Militar Birmana sobre su pueblo: rapiña, trabajos forzados, falta de escolarización de los niños, la censura, las dificultades para su labor humanitaria, el desprecio de la vida de que hace ostentación la Junta Militar, y algo que quizá, aparte de los abusos de la Junta Militar, corresponde a la barbarie del ser humano en términos generales: los abusos y palizas que muchos maridos dan a sus esposas. Parte importante de las lisiadas que llegan a su Hospital lo son en razón a estos abusos.

LA LUCHA POR UN “MOVIMIENTO”

Zoya Pahn rememoró igualmente las miserias de su pueblo y de su relato cabe destacar la emoción que sentimos cuando recordó que muchos niños birmanos están deseando dormirse y permanecer dormidos para olvidar el hambre que atenaza sus estómagos. Destacó que no bastan las acciones puntuales de ayuda a Birmania, no basta con lo hecho hasta ahora, sino que se necesita “un movimiento” sostenido por la opinión pública internacional, tal como sucedió en Sudáfrica frente a la discriminación racial. Por eso es importante insistir en clarificar ante el mundo la terrible e ininterrumpida dictadura militar bajo la que viven los birmanos desde 1962.

Concluyó su discurso Zoya Pahn con la expresión emotiva de un sencillo deseo: “Queremos disfrutar de la vida como los catalanes la disfrutan”.

Es de agradecer el esfuerzo significativo y ejemplarizante de la Generalitat al conceder este premio a dos personas directamente relacionadas con la terrible situación del pueblo birmano y ambas luchadoras pacíficas por la democracia y el respeto a los derechos humanos, pero también es verdad que hemos de lamentar la escasa o nula cobertura que han tenido en la prensa de España en general este singular acontecimiento y el contenido de los discursos de las galardonadas que (que sepamos) no están accesibles en ningún medio.

UNA LLAMADA DE ATENCIÓN

Ahora, otras muchas voces nos llegan de dentro y fuera de Birmania. Son las de tantos y tantos que directamente afectados o comprometidos con la causa de la defensa de los derechos humanos y de la democracia piden en estos momentos una acción decidida del Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon para que acuda a Birmania a negociar cambios que supongan pasos efectivos hacia la democracia y la liberación de los prisioneros políticos.

Los activistas pacíficos a favor de la democracia y los derechos humanos solicitan que se envíen mensajes al Secretario General Ban-Ki-moon para que no abandone a los birmanos a su suerte y menos a los valientes activistas que pueden pasar el resto de sus vidas en la cárcel.

Se ha facilitado esta dirección de internet para los mensajes:

Secretario General de la ONU: inquiries@un.org

(Tomado de algún lugar de internet)

1 comentario:

  1. Gracias, Miguel Ángel, por esta información tan completa. Hace poco me preguntaba yo qué estaría pasando en Birmania, que tanta atención tuvo en su momento de los medios de comunicación y que parecía de pronto una cuestión olvidada, y a quién le interesaría que nos olvidáramos. Cuánto sufrimiento y cuánta vida gastada en luchar por la sencilla normalidad. Son cosas que hacen qeu te rebeles, y, bueno, se puede hacer algo, firmar en esa página que dejas, pero siempre con la sensación de que es algo más que nada y muy poco. Lo de siempre.

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