A buenas horas mangas verdes

Los hay berzas y también de otra clase.
Pues no viene ahora este tío a decir que se equivocó. ¿Se equivocó o lo equivocaron?

No nos merecemos tanto castigo. Tener como líderes mundiales personajes tan siniestros e ineptos como éste es un auténtico castigo del Señor. ¿Qué habremos hecho para merecer tanto mal?

Es cierto que mientras nos aseguren el cocido de cada día y el circo al que estamos acostumbrados para estar entretenidos no solemos pedir más. La barriga llena y la diversión asegurada suele ser suficiente para tener al respetable contento.

Pero ¡mira que se protestó hasta marear! Pues ni caso.

Y el trío de las Azores, ¡vaya elementos!

Va a resultar que nuestro sino es éste: votar borreguilmente cada cuatro años y dormir la siesta placentera el resto del tiempo. O nos tomamos más en serio esta democracia o no esperemos que esto cambie.

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