Influencer!




     Esto me espetó A. al comentar que yo tenía un blog y que de vez en cuando dejaba algo escrito para satisfacción propia y ajena.

     Servidor jamás de los jamases tuvo en mente actuar como dicen que lo hacen los que en verdad cumplen con el significado de tal calificativo. Si acaso, a lo más que aspiré es a ser curioseado por algunas personas conocidas que ya saben cuáles son mis manías y defectos, y tal vez participan igualmente de algunas de mis aficiones.

     El caso es que tengo un poco abandonado este lugar desde hace demasiado tiempo y únicamente porque de vez en cuando llega a mi buzón algún comentario a entradas que tengo aquí alojadas y que es una buena manera, como pudiera ser otra cualquiera, de recordarlas y volverlas leer, sólo por eso no he dado a la tecla de eliminar blog que está ahí cerquita…

     Hoy, sin embargo, me he propuesto escribir algo, unas pocas letras, para hacer saber que Linda cumple cinco meses.




     Pero… aclaremos conceptos. La susodicha A. es un alma de Dios que, desde que se ha topado con la realidad que gestiono, se hace lenguas de cualquier cosa que sale de aquí, todo le parece archiestupendo y no termina de agradecer a la vida el momento luminoso en que nos descubrió. Y Linda es la perrita que me acompaña permanentemente desde hace un trimestre, justo el verano, porque tuvo la suerte, o la desgracia, de nacer en un lugar en el que ya eran demasiados y había que achicar elementos por orden riguroso y categórico de la superioridad.

     Ni que decir que si A. está contenta, Linda está que echa chispas de alegría. Y así tengo yo mis zapatillas, las sábanas que me preparó mi madre cuando me fui al convento, los bajos de los pantalones, e, incluso, el tapizado de mis sillas y divanes raído por sus ansías de morderlo todo, chupetearlo y sacarlo sabor y substancia.

     Así pues, lo de influencer está más que justificado, o eso creo yo, teniendo a la vista toda la información que existe sobre el particular. Lo digo porque no hay prensa escrita, hablada o visualizada que no abunde en toda clase de personas y personajes que a diario, incluso en sesiones de mañana, tarde y noche, no se cansan de comunicarnos sus opiniones, —siempre, eso sí, en calidad de comentaristas debidamente acreditados—, que consisten en lo mismo, dicho de maneras diferentes. Puede, incluso, que más de uno o una lo haga en idiomas distintos, según el lugar desde el que nos pregonan.

     El caso es que soy influencer por varias razones. Una, la primera, porque tener blog ya lo dispone. Otra, porque me expreso para leerme y que me lean. Otra más, porque lo hago en un medio público y al alcance de cualquiera. Y solo por terminar, la última: porque la vida me hizo así.

     Voy a concluir, porque estoy llegando a las quinientas palabras, que me he fijado como tope.








10 comentarios:

  1. ¡¡¡Influencer!!!, ¡juas, juas, juas! ó 😂😂😂 ó ¡¡me parto y me mondo!!
    En el púlpito sí eres un influencer pero aquí... ¡¡venga ya!!. Aquí eres un *compartidor de experiencias* con interacción -o no- con tus lectores, entre ellos/as yo misma.

    Esto dice la RAE: "La voz influencer es un anglicismo usado en referencia a una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales"

    Cuando nos cuentas las travesuras de tu Linda ¿en qué pretendes influirnos? ¿querré yo tener un perro también? No sé a otros pero a mi me haces sonreir porque te imagino detrás de la perrita enseñándole lo que no debe hacer. Bueno y así sucesivamente con todas tus entradas en el blog. Lo que sí eres es "blogger" o bloguero, que no es lo mismo que influencer, que tiene una connotación mercantilista que no es tu caso ¿o sí?🤨😉

    Felicidades por los cinco meses de tu cachorrilla, que sigas disfrutándola y padeciéndola 😄😄 hasta que la eduques.

    Besos, Julia
    (tiene que ser como anónima por problemas técnicos 😏)

    ResponderEliminar
  2. Ya me supongo que tienes problemillas con este medio, también yo los he encontrado, y no sé cómo solucionarlos. Me dicen que tendría que actualizar no sé qué cosas para que se pueda acceder desde los diversos artilugios que ahora se usan, pero cuando lo pienso… me entra una galvana…
    Y sí, Linda y yo estamos aprendiéndonos, o mejor, aprehendiéndonos. Tenemos toda la vida por delante. Ella mucho más que yo, pero se hará lo que se pueda.
    Últimamente no puedo volver la vista atrás, porque cuando vuelvo al presente parece que el "tiempo" se ha "disparatao": los años se me hacen semanas, y las semanas… horas. Así que los días, ni te cuento.
    Gracias por tranquilizarme. Eso de influencer me causa desasosiego. Pero si no lo soy, me quedo muy tranquilo.

    ResponderEliminar
  3. Tranquilo, Míguel, ya te digo yo que 'influencer' como ahora se entiende y estila, tú no eres, eso seguro. Otra cosa bien distinta es que a quienes te conocemos o te hayan conocido a lo largo de tu vida les hayas influenciando en el sentido que sea, a mi para bien. Ya ves lo lista que he salido y lo bien que me conservo, a pesar de los achaques... y seguro que en algo, lo que sea, tú has tenido algo ver ¡influencer! 😍😍😍 (Si no me lo digo yo ¡¡quien me lo va a decir!!, bueno, mi hija ya me lo dice, eso es verdad pero es que está obligada por 'contrato')

    Besos otra vez

    ResponderEliminar
  4. Querida "Anónima". Estoy contestándote como "anónimo" por ver si blogger exige estar "matriculado" para tener derecho a nombre propio al comentar. Y parece que, de momento, no.

    ResponderEliminar
  5. En efecto, Julia, cuando quieras dejar un comentario pon tu hombre y confirma que no erea un "robot". Das a publicar… y ya me avisará el sistema para que yo lo autorice.

    ResponderEliminar
  6. Hace honor a su nombre, que fortuna os acompañe , a una para aprender y al otro para enseñar/educar.

    ResponderEliminar
  7. Voy a intentar hacerlo como tú dices, Míguel.

    ResponderEliminar
  8. ¡¡Funciona!! ¡¡Hemos doblegado a la técnica maligna!!🤣🤣😁

    ResponderEliminar
  9. Gracias, MJ, esperamos tenerla, porque a esta le sobran fuerzas y a mí me van escaseando. Habrá que pensar en la astucia, artimañas, experiencia… En fin, ya sabes, esas cosas de las que nos valemos quienes ya estamos en la etapa de retirada.

    ResponderEliminar
  10. La técnica de este lugar es de 1º de preescolar: le das lo que espera y no se hace mayor problema. El problema es para ti mientras no lo sepas, porque es terco como una mula y se obstina en negarse a cualquier alternativa que le propongas. Pero cuando das con ello ya no necesitas más.

    ResponderEliminar