Sí, ya sé que ese lugar, la puerta de la nevera de
toda la vida, es el más apropiado donde colocar y mantener en vigor durante el
tiempo conveniente y necesario los avisos que todo ama de casa que se precie
debe no perder de vista y tener en cuenta. Y ¡qué lugar si no ese para quien
está más tiempo trajinando entre cacharros que haciendo otra cosa!
No, yo a Forges nunca lo he tenido donde cocino,
como y friego. Lo tengo donde corresponde: en el pasillo junto a la puerta de
casa, para verlo tanto al salir como el entrar; y está también en la mesa
camilla, bajo el cristal endurecido y sobre el tapete de punto que me tejió mi
mamá. Ahí está con Nacho, también para eterna memoria.
Al Fraguas lo descubrí en los madriles, cuando el
Bernardo me pasaba el Informaciones; él lo compraba para saber de Gárate y su
Atlético, y yo lo aprovechaba para curiosear al Forges. Desde entonces le seguí
la pista, y hasta ayer era lo primero que veía de la prensa.
Ya sé que don Antonio dejó dicho que nada de calles
ni monolitos, homenajes ni zarandajas; que eso no va con él. Cumplo su
voluntad, y no daré su nombre al paseo principal del jardín, ni a la vía pública que media entre locales y templo parroquial. Pero dentro
de mi casa mando yo y no admito ingerencias. Permanecerá donde está, en el pasillo y
sobre la camilla, mientras servidor siga haciéndome la comida, lavando mi ropa y liándome los cigarrillos.
Jo, Míguel, p'a un rato que estoy sin abrir tu blog (porque has tardado lo tuyo en publicar otra entrada, oye, que haces bien, que p'a eso es tu blog) pues resulta, digo, que vas y haces una entrada y nada menos que con el Forges. Qué tiempos, ¿eh?, Lástima de enfermedad que le ha tocado, de lo peor, pobre, con lo que nos ha enseñado a tantos/as es una pérdida difícil de soportar. Yo abría El País on line casi sólo para leerle a él y al Roto, ya no lo abro, p'a qué.
ResponderEliminarBesos
Forges ha mantenido fielmente su publicación hasta el final. No como yo, que he perdido fuelle. Esa es la diferencia entre los genios y el pelotón de cola.
ResponderEliminarPero no me desanimo.
Besos
Hombre, para él era su trabajo además de su afición y gozo y tú lo haces por lo que sea pero no es tu trabajo ¿no?. Bastante haces, por eso gracias, a mi me sirve y mucho leerte aunque a veces se me escape abrirte y vaya con retraso.
ResponderEliminarBesos