Al final del día




Tengo para mí que esta tarde, cuando Francisco papa ha citado a tanta gente que contribuye al bien común haciendo cosas buenas —en su homilía en el rezo solemne de Vísperas y canto del Te Deum en el Vaticano— no pensaba en quienes hacen sufrir a seres inocentes aunque no hacen obras malas. No puede estar el hombre en todo; hace lo que puede y llega hasta donde llega.
Por eso esta noche no saldré de casa y trataré de calmar a mis amiguitos abrazándolos mientras el personal saluda al año nuevo con salvas de artillería made in china.
También yo me alegro de que acabe 2017; me tiene harto. Pero no tengo motivos para festejar a 2018, que supongo sea más de lo mismo.
Agradezco de corazón los buenos deseos que me han hecho llegar por los diferentes conductos al uso quienes me conocen de cerca y de lejos, en profundidad o superficialmente… Muchas gracias a todos.
Espero ser suficientemente espabilado para inducir mi conducta en la línea de sus indicaciones. Deseo, a mi vez, que, ya que se han molestado en exponerme las numerosas maneras de ser feliz, por su parte también hagan lo propio con sus propias posibilidades. De tal manera, entre todos tal vez consiguiéramos encarrilar los asuntos comunes de la mejor manera a nuestro alcance.
¡Qué otra cosa, sino esa precisamente, puede interesarnos a todos!
Bueno, y también, que tengamos en cuenta a una parte sustantiva de nuestra especie humana que no tiene nada que celebrar porque nada tiene y nada espera: seres que seguirán olvidados, aunque formen parte de estadísticas y se los utilice como argumentos (excusas) políticos.

Imágenes manipuladas



Parroquia de Guadalupe, Valladolid, España

No logré expresarme ni en Nochebuena ni en Navidad. Claro que el asunto se las trae y es difícil hablar sobre un tema tan particular. En todo caso creo que debí esforzarme un poquito más.
Por suerte he encontrado este texto y aquí lo pongo con su autor. Se aproxima bastante a lo que pretendí y no alcancé a decir.
(Marco A. Velásquez Uribe).- La escena del Hijo de Dios en un pesebre, que nace en el vientre virginal de una mujer sencilla, en una ciudad insignificante y desconocida como Belén, más allá de la tierna inocencia con que ha sido descrita, a través de la historia, es de una fuerte carga emocional que contiene toda la impotencia de Dios hacia la humanidad. La escena, tantas veces repetida y ritualizada, más que nunca con fines profanos, representa una escenografía que violenta la conciencia de cualquier espectador, pasivo o activo.
En algún lugar de África
Una criatura, humana y divina, rodeada de todos los signos del abandono, de la marginalidad y de la indiferencia social, representa la más brutal contradicción del pensamiento de Dios para su Hijo.
Sin embargo, la obra de Dios así graficada no busca someter a su Hijo a la ignominia de la indiferencia humana; tampoco busca humillar ni mancillar la dignidad de esos padres impotentes que sufren el desprecio social que les ha caído en suerte, al no encontrar un espacio digno para el nacimiento de su hijo. En esa escenografía, Dios cuenta con la colaboración santificadora de su Hijo, de María y de José.
Dios que, en el transcurso de la creación, actúa como oculto desde una aparente lejanía celestial, ha decidido irrumpir con fuerza en la historia, recreando ese momento con una síntesis de la barbarie que provoca la actuación humana. De ahí que la belleza y la esperanza de todo nacimiento, sea violentada con los signos del desamparo y el abandono.
Es así como Dios, sin palabras, y con la elocuencia de los hechos, se vuelve contra los espectadores del pesebre para quebrar la conciencia humana y mostrar con nitidez ese lado oscuro, que se oculta tras los sombríos pensamientos que provocan la injusticia, la tristeza y la marginalidad.
Entonces, en el pesebre conviven la esperanza y el reproche. Y así, como el trigo y la cizaña conviven en el mismo corazón humano, la esperanza y el reproche anidan en cada persona de buena voluntad.
Quito, Ecuador
Porque al contemplar el pesebre del Hijo de Dios, afloran las propias esperanzas y también esas secretas oscuridades. Sólo así, es posible adentrarse en ese mundo interior donde están los elementos esenciales para hacer ese pesebre personal, donde pueda nacer lo mejor de cada uno, con la potencialidad del bien creador que puede hacer realidad la esperanza de todos.
Esta es la noche luminosa de todos los perdedores de la historia, y también de los ganadores, que tienen la potencialidad de unirse en un abrazo celestial, para construir ese gran pesebre de los hijos e hijas de Dios. Feliz Navidad.


Escaleras del Metro de Manila, Filipinas

El 2 de diciembre



El 2 de diciembre de 1023, en la mezquita de Córdoba (España), es elegido como nuevo califa Abderramán V (hermano del difunto Muhammad II al-Mahdi), quien toma el título de al-Mustazhir bi-llah (‘el que implora el socorro de Alá’).
El 2 de diciembre de 1409, en Alemania, se abre la Universidad de Leipzig.
El 2 de diciembre de 1617, en Madrid, se inician las obras de la Plaza mayor.
El 2 de diciembre de 1697, en Londres, (Inglaterra) se consagra la Catedral de San Pablo.
El 2 de diciembre de 1755 en Cornualles (Inglaterra), un incendio destruye el segundo Faro de Eddystone.
El 2 de diciembre de 1763, en Newport (Rhode Island), se consagra la sinagoga Touro, la primera en el territorio americano.
El 2 de diciembre de 1804, en París, en presencia del papa católico Pío VII, Napoleón Bonaparte, que hasta este momento había sido «cónsul de la República Francesa», se autocorona «emperador de Francia».
El 2 de diciembre de 1805, en Slavkov u Brna, las tropas francesas de Napoleón derrotan a las aliadas de Austria y Rusia en la Batalla de Austerlitz.
El 2 de diciembre de 1811 en Chile, el general republicano José Miguel Carrera disuelve el Congreso y proclama la dictadura.
El 2 de diciembre de 1852, en Francia, gracias a un golpe de Estado se restaura la monarquía con el reinado de Luis Bonaparte o Napoleón III.
El 2 de diciembre de 1873, en Palo Seco (Cuba) en el marco de la Guerra de los Diez Años, las tropas cubanas, acaudilladas por Máximo Gómez, vencen al ejército español.
El 2 de diciembre de 1875, en España, Antonio Cánovas del Castillo es nombrado presidente del Consejo de Ministros.
El 2 de diciembre de 1897, España concede la autonomía a Puerto Rico (pero meses después será invadido por Estados Unidos, hasta la actualidad).
El 2 de diciembre de 1901, King Camp Gillette patenta la primera máquina de afeitar de hojas desechables.
El 2 de diciembre de 1906 firma del acta delimitatoria de fronteras entre España y Portugal.
El 2 de diciembre de 1908 en China, el niño de dos años Puyi es nombrado emperador.
El 2 de diciembre de 1913, en Roma, Italia, el papa San Pío X crea la Provincia Eclesiástica de Nicaragua, que hasta entonces era una sola diócesis con sede en León, creando la Arquidiócesis de Managua, las Diócesis de León y Granada y el Vicariato Apostólico de Bluefields.
El 2 de diciembre de 1915, Albert Einstein publica la teoría general de la relatividad.
El 2 de diciembre de 1917, en Villalón de Campos, naciste tú.

Por lo tanto esta puerta te era conocida; de la Iglesia de San Miguel. ¡Entrarías y saldrías por ella tantas veces! La primera, casi seguro, te pasaron por ella en brazos para bautizarte.
Era muy antigua y estaba muy vieja. Posiblemente alguien, en los siglos que median entre el califato cordobés de Abderramán V y la creación en Alemania de la Universidad de Leipzig, la mandó construir y colocar sin pensar que durara tanto tiempo.
El 2 de diciembre de 2017, cien años después de que abrieras tus ojos a la luz de la vida, otro alguien ha pensado que una puerta tan vieja y tan antigua no era digna de una iglesia de un pueblo que se precie.
En su lugar ha ordenado poner ésta:

Al tal más le valdría que le hubieran puesto de nombre al-Mustazhir bi-llah, y Alá no le habría permitido cometer tal tropelía. Pero como es cristiano, a nadie se lo ocurrió la idea.
¡Ya ves si lo tiempos están cambiando, incluso en Villalón!
Sabes que te quiero. Besos para ti y para papá.