Mi smarphone y la cuestión griega


Desde que me dieron este aparatejo he intentado aprender a utilizarlo, y a duras penas consigo responder a las llamadas que recibo, sacar alguna foto y enviar/recibir wasaps. Eso sí, correos publicitarios llegan con exactitud y regularidad.
Esta mañana, pensado que con él tenía suficiente, no llevé la máquina de fotos para no transportar demasiada carga. No encontré nada interesante hasta que llegué al prado y descubrí a ¿Miguel? Le fui a sacar una instantánea, y me fue del todo imposible. No es que se hubiera quedado sin batería. Tampoco que no pudiera sacarlo del bolsillo. Menos aún que alguien me lo prohibiera. Fue, simplemente, que no conseguí accionar la pantalla táctil porque no podía verla. ¿A pleno sol? ¡Sí, a pleno sol es invisible! Mejor dicho, todo negro. Así que me quedé sin fotografiar al recién nacido.
Miguel está entre interrogantes porque no es seguro, sólo probable que el jefe haya renombrado de esa guisa a petición de su nietísima al potrito que ha parido la yegua blanca. En realidad, y puesto que nació el día 13, su nombre debería ser Toñín, siguiendo la costumbre. Pero la piccolina apuntó el de su papá para aplicárselo. Y es la fecha que ignoro si ha sido así.
Volviendo al smarphone, me pregunto cómo no han caído en la cuenta los inventores del artefacto de disponer botones alternativos a la pantalla táctil. Mi tele es normalita y los tiene, además del mando a distancia. Aviado estaría si al tratar de ver el telediario, el dichoso mando lo tiene Tano entre sus dientes. 
En cuanto a lo de Grecia, pues, qué voy a decir, que está como mi móvil, inutilizada cuando ciega la claridad. La cosa es bien simple; Europa será una realidad histórica, cultural, social, religiosa y muchas cosas más; pero en la actualidad, y a pesar de que no figura la letrita, es una comunidad económica; se la quitaron –la E– para que no sonara tan mal. Aquel macro referéndum en el que votamos, respondiendo a un texto de muchas páginas y lectura imposible (por cierto, la tengo en algún lugar de mi biblioteca), no fue otra cosa sino un asunto de pasta gansa. Pura economía, que se comía todo lo demás, la historia, la política, la religión y hasta si me apuran la conciencia. No somos europeos porque nos sintamos así; lo somos porque tenemos una moneda común que nos facilita el libre intercambio de mercancías y la movilidad de los factores (humanos) de producción. Lo demás poco cuenta. Mientras recibíamos aquellos fondos de compensación, de cohesión, o como se llamaran, íbamos de rositas. Aquí dicen que hicimos los deberes, pero Grecia parece que no los terminó. Como a los malos estudiantes, pa’septiembre. Y así están las cosas.
Los griegos tienen que accionar otros botones, su pantalla no funciona. Si no los encuentran, es que no los tienen. Como yo, casi les vale más volver a viejo móvil que funcionaba de maravilla, nunca me dio problemas, y aún está en buen uso. ¿Que tenía menos aplicaciones? ¡Y para qué quiero tantas si cuando las necesito no aparecen!

2 comentarios:

  1. Pues eso digo yo. Han vuelto a ofrecerme otro móvil gratis total (con un año de permanencia o dos, no sé), así, como el tuyo o parecido y he vuelto a decir NO (sin gracias). No me pillarán si puedo evitarlo; conmigo van de culo si pretenden a estas alturas de mi vida tentarme para que me haga una consumista más. Quiá, ni hablar. No lo consiguieron antes y ahora aun menos.

    Sobre Grecia. Estos "europeos" o más bien políticos europeos en manos de tecnócratas, es lo que tienen que no ven más allá, no tienen ningún sentido de "trascendencia" (decía yo ayer...), sólo están sirviendo a los intereses de esos tipos que guardan su-nuestro dinero en paraísos fiscales que para eso los han creado. En fin, un dolor que pasito a pasito, han ido "creando" un modelo de ser humano idiotizado con el fútbol, el consumo, el hedonismo sin sentido (con sentido es distinto). Si cada hombre, mujer y niño supiera del hecho de ser ciudadano tanto como de fútbol, estoy completamente segura que todo sería distinto. Y así andamos. Creyéndonos que somos algo cuando los plutócratas nos vapulean como un trapo de aquí para allá que cuando algún político decente como Txipras les dice así no, salen todos esos Junckercitos amenazando con todo lo que tienen. Vergüenza ajena me dan todos ellos. Los socialdemócratas, imbéciles, no se enteran de que están desapareciendo como un azucarillo en agua por ser unos traidores a sus bases y a la clase trabajadora. El tontolhaba que han puesto aquí, cada día me produce más irritación oírle por lo tonto que es, tonto de no tener luces pa ná que no sea creerse que es algo. ¡Madre mía la que se nos avecina como el personal siga sin querer enterarse de qué va realmente el asunto!.

    Bueno, Míguel, que si yo fuera griega tendría muy claro que votaría NO en ese referendum que devuelve la voz a los ciudadanos para que opten por la dignidad o por el eterno sometimiento a la merdé que desgobierna Europa. Si ninguna duda.Y eso a pesar de saber que lo están pasando muy, muy pero que muy mal, pero la dignidad no se vende.

    Besos

    (leo que los sondeos dan un 54% a favor del NO en Grecia, ojalá y sea eso o más)

    ResponderEliminar
  2. Acabo de leer esto y coincido en todo con su autora. Aquí dejo el enlace

    http://www.eldiario.es/zonacritica/golpes-economicos-necesitan-tanques_6_404269610.html

    Besos

    ResponderEliminar