Cuando, tras ver una película, vuelvo a visionarla y compruebo que no es
la misma exactamente, me doy cuenta de que algo pasa; o que hay varias
versiones según a qué públicos se la dirija, o que al autor, o autores, no le
gustó y trató de mejorarla.
Luego vienen los críticos y cinéfilos y valoran qué versión es la mejor,
cuál la más redonda y conseguida, y qué trozos omitidos quedarán para la
posteridad por su calidad no contemplada.
También están las versiones completas, que asustan con un metraje que no
permite comer ni merendar. Que tampoco aclaran demasiado, salvo en excepciones
muy determinadas. Recuerdo, por ejemplo, un par de hermanos forzados en lugar
de pareja de hecho, para salvar la moralidad reinante. De niño me lo tragué.
En fin, para gustos.
No ha ocurrido así en mi caso. Ha sido pura necesidad la que me ha forzado a
añadir, cambiar y suprimir.
Para la próxima reunión de catequesis necesito un soporte visual para
apoyarme en el desarrollo del tema. No lo he encontrado. Ni en mi stock
personal, ni en el parroquial, ni en las tiendas, ni en internet. Así que me puse a
confeccionarlo.
En principio sólo requería unas fotos, que encontré y de las que me apropié. El texto era fijo, de modo que no dio problemas. En un
santiamén lo enjareté todo. Pensé poner música, y ahí vino el primer problema. La
voz quedaba tapada, a pesar del mecanismo de imovie para atenuar la música,
tanto manual como automáticamente. Hice una segunda grabación. Y mejoró. Ya
está, me dije. Y publiqué en youtube.
Cuando he ido a probar la obra terminada en los artilugios que usamos en
catequesis, –televisión con usb y lector de CD/DVD–, compruebo que sólo aceptan
el formato mp4. No sirven m4v ni mov. Hay un problema sin embargo, mp4 no tiene
en cuenta esos pormenores con la música, y se mezcla con la voz por igual,
dando un resultado ininteligible.
O lo soluciono, o tengo que sacar una versión con solo voz para que sea útil.
Lo intentaré esta noche, cuando mi casa entre en silencio. La última
grabación quedó dañada por los ronquidos de Gumi, los besuqueos de Luna y los inquietantes
ruiditos que Tano produce bajo la mesa camilla.
Voy a pasearlos a ver si se relajan y me dejan trabajar…
Hacer cine tiene sus complicaciones. ¿Daré con la obra redonda y sin
flecos?
Estoy pensando en alguna solución y no doy con ella. Hace tiempo que no toco el tema del video y en el Mac soy muy patosa. Me movía bien en Windows, que ahora no uso.
ResponderEliminarLamento no poder ayudarte.
Besos
Gracias, Anna, me acabas de inspirar una idea y voy a probarla: bajarme el vídeo de youtube, a lo mejor conserva esa copia la estrutura musical que me hace falta.
ResponderEliminarBuenos días, ya
Confirmado. De todas las pruebas que he hecho, y han sido muchas, porque hay formatos de video para dar y tomar, lo que me resulta mejor para que se vea luego en un lector doméstico y en un televisor con usb es subirlo a youtube y descargarlo después. Ignoro qué tipo de transformación puede haber en el proceso, pero el mp4 mejora con esta operación.
ResponderEliminarGracias, Anna, porque tú has sido la inspiradora.
Me encanta Miguel Angel que yo haya sido la inspiradora pero... no he hecho nada. Lo importante es que lo hayas solucionado y de eso me alegro. Besos
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