Habilidad y delicadeza, calor de hogar



Entre lo malo que soy con la cámara, y lo intempestivo de la hora en que la accioné, ha salido un reportaje que no muestra la calidad de los trabajos expuestos. Sírvanse las personas visitantes, visionantes y lectoras disculparme el atrevimiento.
Disfruten, sin embargo, de los colores y las filigranas, las formas y la diversidad de textura de cuanto han realizado las señoras vecinas del Barrio de La Cañada, Valladolid.
Este reportaje es para ver y escuchar. Sobran las palabras. Me callo. Punto.







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