Esto ya pasa de
castaño oscuro,
–frase muy usada por mi padre cuando empezaba a estar harto respecto de lo que
fuera–, es la expresión que me
brota espontánea y malhumoradamente por la sensación de tener mi estómago
repleto sin motivo y habitado por un pulpo manosón que me araña o acaricia a
intervalos irregulares.
¡Qué pena de
turrón! dice quien
sabe que fui antes de las fiestas para no quedarme sin acopio por agotamiento
de existencias.
No me preocupa el
dulce; tampoco las cosquillas que me hacen sonreír o los arañazos que me
torturan, alternando; enero aún durará y habrá tiempo de gustar y paladear las
golosinas; y de lo otro tengo por seguro que no hay mal que cien años
dure. Pero eso de no ingerir
alimento y sentirme ahíto es en mí una experiencia nueva. Siempre pensé que era
mucho mejor regalarme un traje que darme de comer.
Mientras le doy a
estas cavilaciones, curioseo por ver qué es del dicho de mi padre. Y descubro
que tiene sus variantes:
Esto pasa de castaño (claro) a
(castaño) oscuro.
Esto pasa de castaño (claro a
castaño) oscuro.
Esto sobrepasa lo castaño oscuro.
Esto (ya) pasa de castaño oscuro.
Esto pasa de castaño
a oscuro.
No encuentro que este
refrán o dicho haya sido utilizado por alguna de las grandes plumas del idioma,
y me sorprendo. Ser expresión vulgar y coloquial no le quita su sentido y
oportunidad, y un Delibes –por ejemplo– tuvo ocasión de usarla. ¿No la
consideró o le pareció de tono menor?
Cinco días lloviendo
es también una pasada. Y si en otras zonas de la geografía peninsular es
normal, en Valladolid realmente “pasa de castaño oscuro”. ¿Terminaremos
convirtiéndonos en ranas?
También utilizo mucho, pero mucho mucho, esa expresión cuando la cosa está negra.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, cuidando la ingesta mejorará. Palabra de experiencia desde la lejana infancia hasta la fecha. Se le desea fortuna.
Sin embargo, yo no suelo utilizarlo. Esta vez sí, qué raro.
ResponderEliminarEn ello estoy, haciendo "vigilia" para calmar a las furias estomacales. Espero conseguir esa fortuna que amablemente me desea. Gracias.
También yo la utilizo para decir qué estoy hasta el gorro o hasta el pico la boina, según sea el caso.
ResponderEliminar¿Pero todavía persiste el dichoso virus?, ¡qué no se le puede tratar bien!, que se te hace huésped y después no hay forma ni manera de quitártelo de encima.
Vete a tu médica y que lo ataje de raíz.. .¡ hombre ya está bien!.
Por el turrón nada de preocupación, yo he hecho del turrón blando de Navidad un helado estupendo.
Y manda un poco de agua de esa que os sobra por aquí, que estamos sedientos. Todos los días de dios un viento tremendo, pero de agua, na de na.
Besos y a cuidarse.
¡Si lo estoy maltratando! Fíjate que ni le doy de comer… No creo que dure mucho más tiempo. Eso sí, en cuantito se las pire, me voy a poner morao. Turrón blanco, turrón duro, mazapan, guirlache, mantecados iborra, etc. etc.
ResponderEliminarLo del agua ya me gustaría, pero es que aquí hay muchos ríos, y se lo llevan todo para Portugal. Ya sabes, hacia Zamora.
Besos
Naaaaahhhh, así no, mire uste que lo del virus podría cronificarse, suele ser un hecho. Antiguamente ni se les nombraban, recibían otro tratamiento. Lo mejor no volver a pegarse panzás de nada de todo lo anterior. Ahora todo hervidito, a la plancha, mucho zumo de limón e infusiones apropiadas, la de boldo funciona.
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