Llegaba tarde y dando
voces, como siempre que tengo que asistir a una reunión de curas. Y Teodoro,
que estaba a la puerta, me manda callar con un dedo cruzado sobre los labios.
¡En lo que queda de año, no se puede morir ni uno más! Era don Ricardo hablando
a los presentes.
Entré, no tendría ni
que decirlo, de puntillas y me coloqué donde buenamente pude. Nuestro obispo
estaba explicando que ya eran trece los curas diocesanos fallecidos a lo largo del año, y que ya
estaba bien. Todos sonreímos y dijimos que lo intentaríamos.
Nos habíamos
convocado para felicitarnos las pascuas, como todos los años, el día después de
Navidad. San Esteban Protomártir.
El resto del rato lo
pasamos con café y pastas. Y charlando de las cosas de la vida. Luego cada cual
a su cubil.
Te veo bien, me saludó
al final don Ricardo. Y yo a usted también. Siga así, le dije. Por cierto, ¿no
se marchará a Madrid, verdad?, le pregunté. El bueno de don Ricardo dijo
encontrarse bien aquí y no pensar de marcharse, de momento. Claro que las más
altas autoridades puede que tengan otros planes. Todo se verá.
De momento, nosotros ¡antes
morir que perder la vida!
Pues me temo, querido Míguel, que en pasando estas fiestas y la tontá esa que han montado aquí en Madrid este finde, tu querido obispo será llamado a sustituir a alguien en la conferencia episcopal. Yo creo que para la primavera tendrás que ir preparándote para un cambio de jefe de sección u obispo. Eso sí, no os muráis más si no es necesario del todo, por lo menos tú haz lo posible para que no suceda, porfa.
ResponderEliminarBesos
Oye... ¡¡¡ y a ver si nos acordamos de las amigas!!!
ResponderEliminarNací un 26 de diciembre y por aquí ni se ha dejado ver tu sombra...
Tranquilo que el teléfono ayer estaba petado, casi no pude comer de tanta conversación.
Que hagan lo que quieran con "tu obispo".
Besos
Para Julia: No pienso morirme de momento, ni está en mis planes ni me voy a poner en peligro de. En cuanto a don Ricardo, él sabrá lo que le conviene. Por mi parte estoy bien como estoy, pero si hay que cambiar, que cambién otros.
ResponderEliminarBesos
Para Laura: a las amigas nunca se las olvida, aunque no se note. Desde bien pronto me acordé de ti, justo al despertarme.
Y con mi obispo, sí que hagan lo que tengan que hacer, pero que a los demás nos dejen en paz.
Besos ancianita
Y para las dos:
"Para Elisa" de Beethoven