Misa organeada



Entro en el templo preguntando a voces quién hace esa música y me topo con que el armonio por estrenar suena con todos sus registros funcionando.
No pude resistirme. Lo vi y me acerqué. Dice esto una mujer de edad indefinida. Ángeles, la de los narcisos, las azucenas, las ciruelas y los albérchigos, o sea conocida en este pequeño mundo de otros envites, me la presentó como una cuñada, palentina de pro en los madriles, y que está con ella de visita.
Enseguida organizamos, y nunca mejor dicho, el repertorio para hoy. Y salió todo de rechupete. Menos en la comunión, que ella no conocía la versión nuestra de “Quédate con nosotros”, y en lugar de cantar ahí escuchamos.
Ha sido misa cantada y organeada. La primera que conocemos por este lugar, a pesar de tener el aparato desde hace muchos años.
Por fin alguien se atrevió a hacerlo. Ha sido todo un señor estreno.

Se ha demostrado, como yo ya había comprobado y anunciado a bombo y platillo, que este aparatejo que adquirimos en el Real Musical hace ya la tira, sirve para algo más que para sostener floreros.
¡Es que no me hacen ni puñetero caso!

1 comentario:

  1. Esto lo pongo aquí que es lugar más discreto. La tal organillera, actuó con el móvil disponible. Sonó y no lo paró; al contrario, muy tranquilamente lo atendió, incluso respondió de manera que lo oímos toda la concurrencia en plena celebración.

    Bien por lo que tocó y acompañó. Mal por esa salida de tono, que entre nosotros no se estila. ¿Será además falta de educación y urbanidad? En su tiempo seguro que cursó aquella asignatura…

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