No encontré amapolas |
Con toda seguridad
querría decir que eran unas magníficas flores, auténticas, de las de verdad. Y
lo soltó con todo el desparpajo del mundo ante toda la asamblea. La carcajada
fue de antología.
Acogíamos a las niñas
y niños que van a hacer su primera comunión el mes que viene. Y acomodamos la
liturgia a medida de sus tamaños. O sea, sencillita y expresiva.
Entre otras cosas
fuimos marcando las diversas partes de que se compone, explicándolas con gestos
y pocas palabras. Una madre, al salir, decía que lo habían entendido todo
perfectamente.
En las ofrendas
fueron ellos y ellas quienes se encargaron de presentarlas. La cruz entre tres.
Las flores, dos. Tres llevaron la mochila. El pan y el vino, una y una. O sea,
los diez que salieron espontáneos.
Las tres niñas que
portaron la cruz la encontraron muy pesada. Los tres niños que acercaron la
mochila la describieron azul, nada de eso de colores; a pesar de que colgaban
cintas amarillas, rojas, verdes, blancas… Hubo que decirles que estaba a rebosar
de proyectos e ilusiones. Las niñas con el pan y el vino simplemente dijeron
que traían eso, pan y vino. Pero los dos que agarraban con todas sus fuerzas el
florero desfilaron desde atrás como si portaran un estandarte de postín.
– ¿Qué traéis?
– ¡Flores!
– ¿Cómo son estas
flores?
– ¡De bote!
Así que ya sabemos
que las flores naturales, las que brotan en primavera en pleno campo, las que
nadie siembra, ni cuida, ni cosecha, esas flores amarillas y blancas, azules y
rosadas, esas flores… son ¡de bote! Y quien lo dude, que mire bien la foto del
principio.
Todos los años en
esta fecha recojo amapolas, margaritas, malvas y cuanto que pille en el campo
para hacer un gran ramo de flores variadas, sencillas y baratas. Así resulta
fácil simbolizar el conjunto que formamos, –o deberíamos formar–, los que nos
decimos cristianos y participamos en la Mesa de Jesús. La chavalería lo capta a
la primera. Algunas personas mayores me avisan para que ponga algo debajo,
porque dejan mancha en el suelo. Pero a la mayoría eso no le importa. Total con
agua clara sale.
Así fue hace dos años
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Un ramo hermosísimo y una mochila de tamaño considerable, no digamos la cruz que parece maciza y compacta (¿es lo mismo?).
ResponderEliminarBesos