No estoy hipotecado, pero se le parece


Cuando recibí la herencia paterna, me encontré que era accionista, e.d., poseedor de una cartera de valores. Poco dado que soy a jugar, fue mi entidad bancaria, o sea la Caja, la que se ha encargado de administrar ese paquete por el que me cobra una cantidad en concepto de gastos. Resulta que al final de cada año recibo una pequeñez, pero real en euros, en concepto de dividendos. Gastos de administración, por supuesto, a descontar. Hasta el momento, saldo positivo.
Pero esta mañana va y me dice mi bancaria preferida, de esto sólo tienes una acción, que no te hace ningún bien; genera gastos y no da beneficio. ¿Por qué no la vendes? Me encogí de hombros y sólo dije era de mis padres y hasta ahora no me ha molestado.
Pero luego lo di en pensar. Dinero es dinero, y una acción es sólo una acción. No voy a utilizar el sentimiento en estas frías cuestiones; si no vale, me desprendo de ella. Y volví a la entidad. Que me la vendáis, o que la regalo, total si vale un euro es más el gasto en papel y en correo que me endosáis.
Se puso a mirar la cosa y resultó que no se podía hacer. No cotiza en bolsa, ni en primera ni en segunda vuelta. No hay nada que hacer. Entonces en su pronto dije ¡pues os la regalo! La carcajada que soltó aún está resonando en mis orejas. Pero hombre de dios, qué cosas se te ocurren. Mira, habría que ir a un notario, y hacer una serie de trámites que supondrían un desembolso tal que te ibas a caer sentado. Déjalo como está y ya miraremos a ver qué se puede hacer con esa solitaria acción de heineken.
Salí meditabundo… Soy accionista de una fábrica de cervezas, pero no me da ni para un corto.

1 comentario:

  1. ¿Aun no has aprendido la lección? A los bancos no hay que dejarles ABSOLUTAMENTE NADA. Vende todo y dáselo a los pobres ¿te suena?, yo no te pido tanto pero lo que tengas en inversiones es una forma de dejar que el banco o sea la Caja o sea sus directivos ladrones se lucre con el esfuerzo de tus padres y NADIE MÁS. Así que, guapo, espabila de una vez y, siendo fiel a su legado, rescata de las garras de los bancos (por más que las bancarias sean simpáticas y agradables, es su trabajo) todo lo que puedas e inviértelo en algo decente; ayúdate a ti el primero, arregla tu casa (la de tus padres) ponla cómoda y confortable para tu jubilación, que sea ecológica, eficiente... en fin invierte en ti y, si quieres, reparte entre los demás, seguro que no te faltan candidatos, seguro, seguro... a mi se me ocurren dos o tres de entrada. ¡Ay alma de cántaro, cuándo aprenderás!

    Besos

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