Y un candao



Pues sí, además de bañador, gorro, gafas, zapatillas y toalla, a partir de hoy tengo que ir a nadar con un candao. Y digo candao porque candado, que es lo que marca la docta academia de la lengua española, es  una “cerradura suelta contenida en una caja de metal, que por medio de armellas asegura puertas, ventanas, tapas de cofres, maletas, etc.”. Eso de armellas es mucho decir; y si para saber qué significan tengo que volver al diccionario, mejor me lo ahorro y suelto a secas lo de candao, que todo el mundo lo entiende y lo usa.


Tras el descanso por parada técnica, las instalaciones presentaban algunas novedades que hasta ahora nadie ha sabido explicar. Me explico. Las taquillas donde hay que dejar la ropa, para que esté guardada mientras nadamos, tenían hasta ahora una cerradura que con una moneda de euro se cerraba y liberaba la llave. Más o menos como hacemos con los carritos de los supermercados. Ahora ya no. Han colocado una especie de aro por el que bloquear la puerta de cada taquilla. Eso lo he visto en muchos sitios. Yo mismo lo uso en estas dependencias que vigilo y cuido. Con un simple palito por el interior del aro, ya no hay puerta, portillo o puertezuela que se abra. Claro que cualquiera puede quitar el palito y abrirla. Por eso se supone que se ha instalado para que los usuarios y usuarias pongamos un candao y nuestra ropa esté a buen recaudo.


El segundo día me presenté con mi candao y su llave correspondiente. Por más que forcejeé, no conseguí que el cacharrillo entrara por el aro. Estaba tan a ras, que me fue imposible introducir el ganchito por el agujero. Así que mañana debo llevar otro candao, quizás más pequeño, tal vez con un ganchito más delgado. Aunque si me lo permiten, llevo un simple palito y lo introduzco por el aro para que la puerta de marras permanezca cerrada. Total para la ropa que gasto no voy a gastarme euros de más en cadaos.


El caso es que nadie ha sabido sacarme de mi ignorancia. ¿Tantas llaves se han perdido y tantas cerraduras se han atascado? ¿Alguien se ha quejado de que le hayan robado con la llave maestra que tal vez esté en manos del acomodador? ¿Nos conceden a los usuarios y usuarias el derecho a apropiarnos de una de esas taquillas a perpetuidad? Si pierdo mi llave ¿a quién pido auxilio, a quién reclamo? ¿Llegaremos a tener que llevar agua caliente de casa para nadar siquiera un rato?
Ahorita mismo se me viene a la mente un chistecillo tonto que se decía en mi juventud: Fuego, por favor, para encender el cigarro que me des, que tabaco no he traído.

2 comentarios:

  1. Ahí lo tienes, Míguel, y mientras el garrulo del alcalde, el espécimen ese de De la Riva, ¡vaya pájaro!, se dedica a meterse con Javier Bardem como cualquier "colaborador" de los programas del corazón o de la vesícula o de lo que sean. ¿Será posible que no podamos tener ni un sólo alcalde, concejal o cargo público del PP que sea decente y que se ocupe de lo que debe?, yo hasta ahora no conozco a nadie, será que el perfil requerido para ir en las listas debe ser "de profesión: incompetente total y corrupto o corruptible, abstenerse los decentes y capaces". Algo así me imagino si no, no se entiende, oye.

    Que se te arregle lo del candao y si no escribe una carta al Norte de Castilla y explícalo a ver si De la Riva se cabrea un poco, hay que escandalizar a esta gente y ponerles la cara colorada, ¡ánimo!,

    Besos

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