¡Ya están colgadas todas las fotos de los campamentos!



Nunca he sido un as en nada reseñable, pero con una máquina de fotos creo que no hay ser mortal que funcione peor que yo. Aún así, durante muchos años he sido el maquinista oficial. Siempre, claro, que no estuviera presente Luis, que era un profesional de categoría; pero eso sólo ocurría en eventos bien señalados, como bodas, bautizos y similares, incluidas las primeras comuniones. Tenía que avisarle que no retocara a nadie, que mejor si eran fotos al natural. Trabajo me costaba contenerlo. Pero era el mejor.
Al campamento no iba Luis, de modo que era yo el que fotografiaba algunas cosillas, según me lo permitía mi responsabilidad, que era múltiple y variopinta. No llegaba más que a lo que buenamente podía, y sacaba lo que sacaba. A la vuelta del verano, solíamos convocarnos los que habíamos participado en el campamento del barrio, monitores y acampados, para proyectar las fotos y pasar un buen rato descubriéndonos y cachondeándonos los unos de los otros. Siempre eran diapositivas. Y no había orden ni concierto, porque editarlas resultaba del todo imposible, salvo que se hiciera un guión surrealista. En cualquier caso, con los medios que por entonces teníamos, no fui capaz de hacer más.
Así pues, resultaba una sesión gallineril, entre risas, gritos, comentarios y dedos asaltando la pantalla para señalar una cara, un cuerpo, una tienda o una montaña, a través de fotos faltas de luz, movidas o con la distancia mal escogida. También las había claras, luminosas, perfectas. Un solo defecto: trataban de evitar las individualidades.
Con la creación de la página web de la parroquia se me apuntó que las publicara, para que se pudieran disfrutar urbi et orbe. Y lo empecé a hacer. Digitalicé unos cientos, y dejé en ello muchos euros. Esperaba encontrar una forma más barata para el resto, más de quinientas, pero hasta ahora no he podido.
Aproveché la tarde de la fiesta de Santiago para proyectarlas y fotografiarlas. El resultado es pobrísimo, pero de momento no hay otra cosa. Cuando la encuentre o me la presten, trataré de mejorar su calidad.
Aviso, pues, al público interesado, que ya están completos todos los álbumes de fotos de los campamentos, incluidos los dos últimos que tuvieron una dinámica particular al ser de familias.
En https://sites.google.com/site/laparroquiadeguadalupe/los-campamentos-de-verano están visibles y disfrutables. Este es el remate que avisé en el post de ayer.

3 comentarios:

  1. Siempre me dieron envidia los chavales cuyos padres les dejaban asistir a campamentos semejantes. Menuda suerte. Un saludo.

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  2. El comentario anterior es de David.

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