Las primicias de la cosecha

Me lo encontré en la cocina tal que así. Fresco, fresco…

Puede parecer simpleza hablar de esto ahora. El triunfo de la Roja debiera acapararlo todo, que es, además de noticia de primera, una leyenda al decir de algunos periódicos con solvencia.

Y tras de lo uno, lo otro: la crisis, la prima de riesgo (?), la deuda soberana, el rescate del sistema financiero, el paro que no cesa… de aumentar. ¡Y los desahucios!

Pero no, hoy me da por hablar de los frutos de la huerta. Calabacines, cebolletas, lechugas… cosas así.

Tras una mañana de domingo prieta, con despedida de Francisco, el más longevo, que no el más viejo, del lugar, la ciudad entró en capilla hasta bien entrada la noche. Entonces ocurrió el apocalipsis.

Transcurrida la noche, ahí sigue esperándome, que no sólo de glorias y tristezas vive el ser humano; también de lo que se puede llevar a la boca.

Alguien se acordó de mí y me lo dejó subreptíciamente. ¡Ostras tú! ¿esa palabra la he escrito yo? Voy corriendo al DRAE a percatarme de si he metido o no la pata. ¡Uf! Menos mal… Pero qué complicados son estos ñores y ñoras de la Real, la de circunloquios que ponen a las cosas sencillas; me ha costado hacer cuatro entradas en el Diccionario para comprobar que es correcto:

1. Subreptíciamente = La palabra "Subreptíciamente" no está registrada en el Diccionario. La que se muestra a continuación tiene formas con una escritura cercana: subrepticiamente.

2. Subrepticiamente =  adv. m. De manera subrepticia.

3. Subrepticia = adj. Que se pretende u obtiene con subrepción.

4. Subrepción = f. Acción oculta y a escondidas.

Arreglado, sobraba el acento.

Mucho más sencillamente lo hicieron los chicos de Del Bosque. ¡Qué naturalidad!

Si de mí dependiera, a todos ellos, a todos, les daba ahora mismo una cartera ministerial; estoy seguro que resolverían esta crisis sin dejar de sonreír y sorprendiéndonos a todos.

¿Cómo? ¿Que qué quiero decir en este escrito? Algo muy sencillo, y que pensé que estaba claro: hay que poner buenos fundamentos a las cosas y luego esperar a que den fruto. Como en la huerta, como en el fútbol.

Lo mismo de arriba, visto por el otro lado