¡Piña va!


Bueno al final no fue para tanto. Moli conoció una limpieza del pinar que se llevó una montonera de pinos, y fue la que me avisó de que sospechaba que volvían a repetir la jugada. Berto, como siempre está a su bola, si se enteró o no se enteró de lo que se avecinaba, no dijo ni pamplona.
Así que era yo el que tenía más curiosidad por ver en qué quedaba todo. Al final me enteré. Y no, no era la tala de árboles, era una recogida de piñas.
Guau, cómo movía aquella maquinota pinos gordos como ballenas. Los abrazaba por el tronco y los batía de un lado para otro, mientras desde arriba caían las piñas como si fueran gallaritas. Y la copa hacía un ruido grande, como cuando el viento arrecia fuerte y mueve el ciprés de mi jardín; las ramas al rozarse unas a otras zumba de un modo raro, como si estuviésemos dentro de un túnel y algún tren se acercara hacia nosotros.
Las piñas rebotaban, porque estaban llenas y duras, como si fueran pelotas de goma al caer sobre el piso arenoso, que seco y duro repelía cada proyectil con igual rabia con que iban cayendo al suelo; una a una las iban recogiendo con otra máquina que tenía la barriga abierta y parecía tener un hambre feroz, y un camión iba recibiendo cada carga. Ese día pasamos sin acercarnos, por si nos arreaban un piñazo. Pero al día siguiente hicimos un paseo diver, diver entre tanta piña fofa y seca que no se habían llevado porque ahora ya nadie las quiere para encender las cocinas. Mi amo recogió ese día y los siguientes ocho sacos de piñas. No sé para qué serán. Él dice que en el pueblo pueden venir bien para encender la estufa de leña. Pero nos dejaron el camino hecho una pena, todo arado y levantado. Y además no había olores, se conoce que los conejos oliéndose la quema se mudaron a otra parte, hasta que pasara el terremoto… y el pedrisco.
El caso es que hoy, o sea ayer, dice mi amo que llegó la primavera. Desde luego si estuvo en el pinar no la vi. Claro que a mí esa prima no me interesa para nada, a no ser que huela bien. Como los olores que se acercaron a mi morro eran los habituales, supongo que es que no quiso venir a vernos. O seguro que pasó después; si hubiera estado antes yo lo habría detectado, seguro, porque mi olfato no falla.
Así que no puedo contaros nada más. Por mi parte lo dejo aquí. Si Moli y Berto quieren añadir algo, les dejo espacio. Aunque tienen su blog, donde hace tiempo que no ponen nada a pesar de que el miguel les ha dado plena autonomía. Yo prefiero hacerlo aquí, porque es más guay, y además tengo al lado el pinar, al amanecer y al nevar.
¡Anda que si mañana nieva…!
¡Guau!

6 comentarios:

  1. jaja, lo que ocurre es que los humanos somos así de absurdos, que vamos poniendo etiquetas a las cosas a cada paso. Ayer llegó oficialmente la primavera, que es una señora que suele ser incordiante a veces (se apellida Alergia, o algo parecido). Pero oficialmente significa sobre el papel. Es como si decidieras que un amigo viene a verte cierto día, y tu consignaras que ese día, sobre el papel, ya ha llegado, aunque en realidad no lo haya hecho.

    Ahora bien, cuando decimos que la primavera ha venido sobre el papel, significa que aunque en la realidad no lo haya hecho todavía, va a hacerlo próximamente (así que estate atento), o incluso puede significar que ya ha llegado aunque no la hayamos visto.

    Para los humanos, con lo importantísimas que son las fiestas, en realidad no dejan de tener un valor aproximado. Como todo lo superfluo de la vida.

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  2. Querido Gumi, a pesar de ser el primer día de primavera, ayer hacía un frío invernal y cayó un bendito aguacero toda la noche y todo el día; ahora el sol se asoma por un montón de nubes, pidiendo paso tímidamente, pero el amanecer ha tenido otra pinta.

    Tu amo sabe lo que es bueno, yo también recojo las piñas, para encender la chimenea, no hay mejor tea, dan mucha lumbre y se mantienen en ascuas muy bien .
    Este año Vicente se subió a los pinos grandes y los ha limpiado, los descabezó para que se hicieran mas anchos, han quedado preciosos y tenemos piñas recogidas para lo que queda de frío y para la barbacoa-que su humo da un sabor peculiar al asado-.

    Pregunta a tu amo si se aclara con el olivo. Lo estuvimos viendo un día con Vicente, el opina que todas las ramitas que salgan en el tronco a partir de trescuartos del suelo no se tienen que arrancar, hay que dejarlas crecer y cuando estén gorditas -como de tres años- hay que podar el olivo por el tronco y dejar que se abra- el olivo- por esos brotes.
    Para mas información, hablar con Vicente.

    Besos y caricias, yo también os quiero.

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  3. Hola Moli, ¿sabes que eres precioso y tienes una mirada interesante?
    Mira, la recogida de las piñas es una experiencia más que te enseña los regalos que ofrece la naturaleza y como este hay muchos.
    Dile a tu amo que si, que las piñas arden muy bien entre la leña de un hogar.
    Dile a tu amo que aquí la lluvia ha hecho acto de presencia y se agradece.
    y dile que le mando un abrazo, y para ti si me miras con estos "ojitos pintureros", también te doy un achuchón.

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  4. ¡ Gumi!...disculpa que antes te he cambiado el nombre...buen, guau,guau...no me mires así.

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  5. ‪Eastriver, tú no tienes nombre humano, ¿o si? Guau, hay que ver cómo sois. Verás, a mí esa prima o alergia o como sea no me preocupa, porque no se come, tampoco huele y no se puede ver. ¿Qué es esa cosa?
    Ay va, ¿te llamas Ramón? Se lo ha chivado a mi amo una voz por teléfono esta mañana, sí, ha estado más de media hora hablando con nadie, yo al menos sólo oía. ¡Qué cosas! Guau.
    Pues nada, Eastriver, digo Ramón, estaré atento a ver si me entero de algo interesante. Guau, guau



    Laura, muy interesante todo eso de los arbolitos que cuentas, pero a mí si no son gatos o conejos o piñas que caen dando brincos no me dicen nada. Cuando quieras vienes, Vicente también, a pasear con nosotros por el pinar y verás cómo olfateo rastros. Estoy aprendiendo un montón a seguir pistas. Guau, guau también para ti.



    Pinturera, pinturera tú, Desde mi Olimpo, aunque tampoco tu nombre me suene a humano. ¿No serás una gamusina? Corren que se las pelan, y desde lejos me retan a que las pille. A correr me ganan, porque tengo patas cortas; pero como un día me ponga en serio se van a enterar, porque yo no me canso tan fácilmente. Puedo estar detrás de ellas muchas días seguidos. Ya lo verás.
    Y no te preocupes por el cambio de nombre, también a veces mi amo me confunde con mi padre, y es que nos parecemos mucho, demasiado.
    Guau, guau.

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  6. jajajaja¡¡ Gumi eres genial como tu amo....

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