O también, San Pedro arregla (29 de junio) lo que San Juan (24 de junio) estropea.
Y falta me hace que San Pedro haga por mí este favor, arreglarme un poco el cuerpo. Anoche fue la más tórrida que recuerdo en muuuuuchos años. Tardé en ir a la cama, porque me temía muy mucho lo que me esperaba. Ni una pequeña brisa suavizaba el ardor que entraba por ventanas y puerta abiertas de par en par, y la casa entera parecía hornearme y hasta gratinarme. Todo yo era un cuerpo sudoroso.
Levantéme por la mañana tal que si me hubieran dado una somanta. Deambulé sin parar de acá para allá como un sonámbulo. Qué digo sonámbulo, como un cadáver sin consuelo.
La siesta no supuso ningún alivio, y tuve que interrumpirla para que mi cama no fuera piscina en la noche. Era menester que se secara, aunque fuera sólo un poco.
Fuime a la piscina, disfruté con su frescor, ¡y es climatizada!, y realicé por quinto día mis prácticas de la ya obsesiva “vuelta americana”, que dicho sea de paso voy consiguiendo que salga con algo más que aprobado. Volví apenas refrigerado para volverme a tostar en una tarde que amenazaba ruina por incendio.
Cuando hete aquí que en vísperas de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo empieza a moverse el aire, se abre por algún lugar una rendija a través de la cual se cuela una brisilla fresca y dicharachera que va calmando los malos humores y secando los sudores asesinos que me han dejado para el arrastre.
Y no sólo a mí, a todo lo que me rodea. Véase el panorama.
Las lilas moradas y blancas están las pobres lánguidas y achuchurriadas.
Estas rosas no pudieron pasar al florero, y aquí mueren porque mueren.
La acacia está exánime, y a pesar de su resistencia ha empezado a claudicar.
Y Antonio, el Patatero, este año no cosecha, por mucho que San Pedro se la bendiga. San Juan hizo una faena este año mu mala, pésima.
Dicen que en el páramo a los trigos y cebadas se los llevó la caló; o tal vez fuera el gusané que cantaba Labordeta. Sólo hay paja, y ya no quedan glorias en las que gastarla en invierno.
San Juan sanjuaneó, y San Pedro, con ser el jefe, no conseguirá enderezar tanto entuerto.
Yo tengo el consuelo, triste pero real, de que esta noche refresca y podré dormir como a mí de gusta, a pierna suelta y de un tirón. Mañana apecharé con lo que me encuentre.
Pero almadedios pero si esta es la solución mas sencilla y económica, que ya son ganitas de sufrir.
ResponderEliminarhttps://lh5.googleusercontent.com/-CfOMRa6TSwo/TgpeLSQVEYI/AAAAAAAAmgA/uyVOMnzmEvo/s128/Imagen0664.jpg
https://lh6.googleusercontent.com/-u0L7jUjRTXo/TgpeM4J8DjI/AAAAAAAAmgI/AU9tkztyPAw/s128/Imagen0666.jpg
Baratos en Leroy Merlín, se montan sin dificultad excesiva.
En casos extremos como el que describes uno se pasa la noche tan ricamente con el ventilador en la velocidad más baja. Consumo bajo. La panda MBG te lo agradecerá.
Considerando el cambio climático acuciante, uno en cada estancia = buen negocio.
Por si no se pueden ver las imágenes son de un ventilador de techo sito en un dormitorio.
Esta de propina. Es Pablo a las 8 de la mañana.
https://lh5.googleusercontent.com/-1uu9jhYHLS0/Tgpc79z3Q9I/AAAAAAAAmfc/Lo4nnPB4RTY/s128/DSCF0651.JPG
Beso.
Como se te ocurra hacerle caso y pongas ese aparato en casa ¡te echamos de ella!
ResponderEliminarSi tienes calor te aguantas o te metes en la ducha o sales a dormir al patio o te vas a Denia a flipar con ese mozo sobre las olas o coges el coche, nos metemos todos dentro y nos vamos a la montaña.
¡No te parece poco el rato que te pasas nadando! Y nosotros, mientras tanto, esperando…
Me comenta un señor de mi pueblo, que hoy se "ajustaban" los pastores de ovejas y comenzaba el esquile.
ResponderEliminarEmejota, un ventilador de ese estilo lo usé algunos veranos. Pero desde que Moli cohabita conmigo no puedo usarlo. Incluso en el punto más lento, y tiene diez, la pone nerviosa y me hace la vida imposible. Tal que prefiero sudar y sudar y sudar… Es lo que tiene la convivencia: o ceder o morir. Pero creo que también de eso sabes más que yo. Abrazo.
ResponderEliminarPanda de gentuza, ¿qué pretendéis de mí entrando en mi blog? Ya tenéis el vuestro, hablad allí y dejad en paz a mis visitas.
José Luis, en efecto, por San Pedro se ajustan los pastores creo que en todo el territorio o en gran parte de él en Castilla y León. El esquileo no sé si tenía fecha fija, porque eso depende de si hay o no esquiladores en el pueblo o por la zona. De todas maneras supongo que también influirá la climatología, de manera que si los calores llegan antes y es posible hacerlo, se esquila. No me llega la memoria, pero junio era un mes muy laborioso en el campo cuando las cosas se hacían a base de esfuerzo humano, y no sería plan de dejar que se juntasen muchas cosas. Es posible que antes de empezar a recoger la cosecha el rebaño de ovejas ya estuviese pelado. Lo investigaré, de todas formas.