Aquí estamos hoy, junto a ti, todos los que te queremos, los que hemos disfrutado de tu presencia y compañía.
Un mes de mayo de hace ocho años, nos sorprendió la noticia de que la muerte, celosa de tu vida, quería arrebatarte.
Desde ese momento comenzó a brillar con más fuerza tu alegría, tu apego a la vida, a tus hijos, a Jose. Tu lucha fue la nuestra. Junto a ti, admirándote, dejándonos contagiar con tu alegría, tu vitalidad, tus ilusiones, hemos crecido todos en optimismo y generosidad, porque tú: siempre estabas bien.
Junto a ti la vida era más fácil, por eso no te has ido del todo. Tan sólo nos falta tu cuerpo. Porque en cada uno de nosotros, los que hemos tenido la inmensa suerte de conocerte, has depositado un poco de ti, de tu alegría, de tu sentido del humor, de esa vitalidad que te caracterizó. Nos consideramos herederos de todo lo que has sembrado en nosotros y nos hemos quedado con un trocito de eso que a ti te sobraba: un corazón enorme. Tu recuerdo, sin duda, nos ayudará a seguir viviendo.
Daniel Ingelmo Astorga
Miguel Angel,
ResponderEliminarMuchas gracias por todo,hoy hemos esparcido parte de sus cenizas en un pequeño monte de León al pie de un rodal de encinas que estarán, como ella, siempre.
Alfonso Astorga
Mi querido Miguel Ángel, he entrado en tu delicioso blog y me he encontrado con esta triste noticia, me uno al dolor de todos.
ResponderEliminarPero no te preocupes Cami, con su sonrisa me ha deslumbrado, como estoy segura que os deslumbro a todos/as.
Ella nos espera, solo es cuestión de tiempo.
Un abrazo lleno de cariño.
Espero, Alfonso, una foto del lugar en ese blog que mantienes. Me complacería contemplar bajo qué encinar las dejasteis. Tal vez, cuando vaya a visitar El Monte de San Isidro, consiga encontrarlo.
ResponderEliminarMaría Luisa, qué alegría volver a verte. Nos tienes un poco abandonados, pero ya veo que no en el olvido. Tu blog parece dormido, ¿necesitas un despertador?
ResponderEliminarUn beso tan grande como la sonrisa de Camino.
Gracias a JA por habernos presentado y a ti por todos esos momentos inolvidables que hemos compartido(reído,llorado...).Te tendremos en nuestro corazón como siempre.Un besazo CARA GUAPA.Gracias José María por este espacio que nos permite comunicar a Camino todo lo que la queremos y lo mucho que nos ha dado.
ResponderEliminarPerdona MIGUEL ANGEL por haberte cambiado de nombre y llamarte Jose Maria.
ResponderEliminarBuenos días Miguel Angel. Ayer, tras una conversación mantenida con "la Pilar", fui capaz de encajar las piezas y situar en mi vida a Camino. Estaba seguro de haber cruzado miradas con esos ojos que mostraban las fotos de tu post, pero no sabía cuando ni por qué. La de vueltas que le he dado al coco todos estos días.
ResponderEliminarAhora, por fin, son muchas las cosas que voy recordando: un R5 blanco en el que Edu y yo instalamos un Sony autorreverse, Ventanilla, las medicinas... su forma de hablar y el que por entonces me recordaba mucho a Michel. Ya han pasado 26 añitos, pero ahí estaba ese "vértice del tiempo en el que anida el sentimiento".
Me uno al dolor de su pérdida, aunque con su colaboración, tú solito has sido capaz de mitigar su ausencia. Me queda claro que es una persona muy importante en tu vida y en la de otras muchas personas, y mientras se le recuerde-cosa fácil intuyo-, seguirá viviendo, que también es gerundio.
Un abrazo fuerte. Yo también os quiero.
Ana, no hay nada que perdonar. JA, JM o MA son sólo letras. Lo importante es lo que expresas, y eso se entiende. Vaya que sí.
ResponderEliminarJavier y familia, en efecto, de gerundios se trata. Y a propósito de ellos, qué gusto me da cuando comentáis.
Cuando termine de repescar fotos, ya las pondré, y así no hará faltar agobiar a la “coquera”. No conviene desgastarla inútilmente.
Abrazos.