Es lo que tiene un domingo que además es día 1: que es otro mes. Me levanto para ver salir el sol y descubro cosas nuevas donde antes apenas me fijaba en lo que había; treinta y un días viendo lo mismo es una manera como otra cualquiera de adormecer los sentidos.
Ahora, todo sigue en su sitio, pero de otra manera, bajo otra luz, con diferente expresión.
Hace fresco a pesar de agosto, y Moly - Berto - Gumi campean o campan, o como sea que se diga, por estas tierras adormecidas en espera de ser ocupadas.
Entre tanto son todo nuestras, hasta donde alcanza la mirada.
No hay ruidos, pero tampoco silencio. Es una sonoridad total, apenas perceptible, que te escarba en la piel, te llena los oídos, y te permite seguir en paz el hilo de los pensamientos.
El paseo invita a soñar lo que es y lo que pudiera haber sido, lo que tendría que ser y lo que tal vez algún día, quizás, consigamos hacer o lleguemos a ser.
Vuelvo a insistir, pero esta vez con más calidad. Ricardo Cantalapiedra canta La casa de mi amigo, que, como el pasado viernes, me trae recuerdos y añoranzas, y más ganas de empujar para que sea verdad, de una puñetera vez, todo lo que dice; y no sólo a mí, que…
Ahora, todo sigue en su sitio, pero de otra manera, bajo otra luz, con diferente expresión.
Entre tanto son todo nuestras, hasta donde alcanza la mirada.
No hay ruidos, pero tampoco silencio. Es una sonoridad total, apenas perceptible, que te escarba en la piel, te llena los oídos, y te permite seguir en paz el hilo de los pensamientos.
El paseo invita a soñar lo que es y lo que pudiera haber sido, lo que tendría que ser y lo que tal vez algún día, quizás, consigamos hacer o lleguemos a ser.
Vuelvo a insistir, pero esta vez con más calidad. Ricardo Cantalapiedra canta La casa de mi amigo, que, como el pasado viernes, me trae recuerdos y añoranzas, y más ganas de empujar para que sea verdad, de una puñetera vez, todo lo que dice; y no sólo a mí, que…
"No estoy yo solo: me acompaña en vela la pura eternidad de cuanto amo".
Para escucharla tenéis que apagar la música de fondo del blog, ahí a la derecha…
Me quedo con ese primer paisaje de pinos mansos, piñoneros.
ResponderEliminarY con la música y su sentido.
Pues te podías haber quedado además con las otras fotos, así estaría asegurado que iban a seguir siendo campo, en lugar del futuro campo de golf con urbanización y etc. incluida que, si alguien no lo remedia, terminará por ocupar toda esa inmensidad.
ResponderEliminarTengo yo para mí que estoy siendo el último de filipinas en pasear a campo abierto por estas latitudes. Se avecinan tiempos malos.
Qué Dios te oiga y "alguien" lo remedie cuanto antes y no comentan la tropelía de una nueva afrenta a la racionalidad y al buen juicio; ¿campo de golf? ¿para qué puñetas quieren tantos campos de golf los ricachones estúpidos estos que afloran como las setas en otoño? Y no aprenden oye ¡no aprenden! qué hartura.
ResponderEliminarBueno a lo positivo y bonito: las fotos son muy evocadoras de una madrugada apacible, gracias por compartirlas con las que no podemos disfrutarlas.
La música no puede ser más humana, más bonita y más -ésta sí- esperanzadora a pesar de todo. Gracias también a Ricardo y a ti.
Y los besos de rigor.
Todo un lujo levantarse y ver estas panorámicas campestres...y sobre todo sentir el silencio...
ResponderEliminarRecibe un saludo.
La ultima frase deja esa calidaz del no estar solo, me encanta
ResponderEliminarGracias pr tu comentario , te dire que pienso que cada estacion tiene su lujo de sentires hermosos.
Yo por aca con frios gelidos, gozo de la buena lectura, la musica y la imagen de mis seres queridos pasando por fuera de mi ventana.
Te deseo una buena semana....con menos calor y saboreando un rico refresco de frutas bajo esos hermosos árboles de la primera foto.
Cariños
Como a M.Jesús, la primera foto me gusta más, evidentemente. Es que la luz del amanecer siempre es algo especial. En cuanto al campo de golf, fruto del tiempo ¿verdad?, pero con algo de suerte la crisis puede contradecir las intenciones "deportivas" de algunos. Un abrazo.
ResponderEliminarJulia, no insistas, ni me oirá ni me escuchará. Nadie pondrá obstáculos a esa fechoría, porque los ricachones que tú dices somos todos, que ahora nos toca departir haciendo swing dentro del green. Nos meten hipotecas y nos engolosinan con el golf. Y lo que está por llegar…
ResponderEliminarTendremos, creo yo, a pesar de todo, la posibilidad de disfrutar del amanecer, aunque sea desde la propia ventana y con un adosado a tres metros de nuestras narices. Pero será amanecer, no te quepa la menor duda.
Ya sabía que esta música te gusta. Besos nada rigurosos.
Anna, gracias, eres muy amable. Y todo eso es gratuito, no cuesta absolutamente nada. Eso sí que es un auténtico lujazo.
Abuela, bienvenida y gracias por tus palabras y deseos. Con fríos y con calores, lo bueno, lo bello, los agradable, están siempre a nuestro alcance. Eso también nos acompaña.
Acepto tus cariños, recibe tú los míos.
emejota, te aseguro que ese proyecto no lo para ni esta crisis ni cien mil más que vengan. No está pensado para los que la soportan, sino para los que están más allá de ella.
La primera foto es la mejor; pero las otras dos, te puedo asegurar que yo la vi llenas de vida hace no mucho tiempo; ahora están en baldío, en espera de lo que está por venir. Y cuando llegue, también saldrán fotos de amaneceres de fantasía; y atardeceres paradisíacos; ya lo han conseguido en la costa mediterránea, ¿cómo no lo van a concluir en el interior mesetario? Un abrazo.
Precioso paisaje, así da gusto levantarse y respirar a pleno pulmón. No hay duda de que es todo un placer para los sentidos poder evadirse contemplando esa belleza.
ResponderEliminarA falta de poder ver un paisaje tan bello cuando me levanto, me conformo con contemplar los arbolitos de mi terraza (un naranjo, un limonero y un olivo) y el magnífico cielo azul de mi querido Mediterráneo; pero no hay duda de que te envidio :P)
En serio, tienes mucha suerte de estar en un sitio tan bello, solo espero que no lo destrocen con construcciones.
Un abrazo grande,
Hermoso texto. Hermosos paisajes, amigo. El de los pinares es de lujo. Los otros, también.
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