Unas sábanas de auténtica gloria bendita


     Lo prometido es deuda, aunque sea con un pequeño retraso, que la noticia de la partida de Díez Alegría era prioritaria. Así pues, vengo a contaros que con las sábanas nuevas de Ramón, Tere y familia se duerme como en el cielo. ¡Ojalá José María, el s.j. sin papeles, muerto ya para estos pequeños placeres, tenga una sábanas tan cálidas, refrescantes y acogedoras como las que tengo yo ahora! Aunque con su buen humor seguro que a él no le importa ni que le pongan un puñado de paja como único jergón, que dormir, dormir, no creo que duerma más de lo imprescindible; y eso si es que por allá arriba se duerme, que está por ver. Él ya lo ve ahora, somos nosotros lo que tenemos que imaginárnoslo.
 
     Pasen ustedes, si gustan a mi "humilde dormitorio"; no tengan miedo a la oscuridad. Así luce mi cama y mi retiro. Todo a juego, como se merece (o no, que para todo hay opiniones, y hay quien dice que no me gano ni el pan que como; ¡qué mundo este, señor!) este su seguro servidor de ustedes.

 
     Desde mi más temprana infancia yo, como el caracol, allá donde voy llevo todo lo que tengo. En mi mochila de colores cabe todo un mundo, aunque sea algo pequeño para lo que se estila en estos tiempos tan modernos.
 
    Así que ustedes podrán comprender que ni me importe el partido de hoy; que digo yo, que también son ganas de complicar las cosas, que para que España, paña, juegue al fúrbol con la vecina Portugal no tenían necesidad de irse tan lejos; mismamente se citan en las Arribes,  del Duero por supuesto, y en plena dehesa, de este lado o del otro de la frontera sin fronteras, con una tortilla de patata, una bota de buen vino y algunos tacos de mejor jamón ibérico, se pasan, no digo yo una tarde, el día entero para recordar en los anales del reino, de éste por supuesto, que del otro ya no, que es república.


     En fin, que ahí está lo que quería mostrarles: el juego de sábanas que me han regalado Ramón, Tere e hijos, en los que duermo como entre nubes. Si hasta los angelitos dejan de hacer guardia para acompañarme en el sueño.
 
     Y ya que aparece por ahí la mochila, tengo que comunicarles que este verano, ¡sí!, voy a tener la gran suerte de volver al Pirineo. Me han concedido la venia y volveré a pasear y trotar entre trochas, cerros y bosques. ¡¡¡Bien!!!

     Y otra cosa más, sólo de pasada, que no caben tantas cosas en una misma entrada: hoy el Gumi cumple nueve - N U E V E - meses. Está hecho un toro… 


Y termino, que esto mío es de escándalo, de auténtico escándalo. Se sabe cuando empiezo, pero eso de terminar…

Acabo de pescar en este río revuelto de internet esta página. Por si la desconocierais o desconocieseis, se trata de Eduardo Haro Tecglen.

2 comentarios:

  1. Los vivos tenemos que reponer fuerzas con el sueño, pero los que se van, no perderán el tiempo en eso, aunque tengan la eternidad por delante.
    Hermosas sábanas y espacio reducido, pero en el que me parece que cabe un grandísimo corazón.
    Nuve meses y dos años son su infancia ay adolescencia juntas. Tiempo de disfrutar.
    Que te diviertas en el Pirineo.

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  2. Bueno y bueno!!! qué preciosidad de sábanas ¡yo también quiero unas así!!!.

    El Gumi genial.

    ¡Y te vas a Pirineos, qué más quieres"Baldomero"!

    Ando un poco "out" con la reforma de la casa, espero que esta semana que empieza se acabe por fin, que ya está bien, llevo desde el 7 de junio y no aguanto más, por eso no he estado al tanto de tus post.

    Te sigo y prometo ponerme al día.

    Besos

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