Mirar las cosas y descubrir su alma

No descubro el Mediterráneo si presento a Pedro Miguel Lamet S.J.

Quien tenga el pelo teñido para encubrir sus canas, o las enseñe sin más impúdicamente, le habrá leído, le habrá escuchado o le habrá visto en TV. Y más de una/uno tendrá en su biblioteca doméstica algún libro suyo.

Sabe escribir, es poeta, entendido en cine, periodista, teólogo a tiempo parcial y divulgador de sus sentires gaditanos, que son universales.

Lo traigo aquí por una razón bien poderosa: he encontrado una página dedicada a él, que tal vez él mismo desconozca. Si me preguntáis cómo he dado con ella, no podría responder sino: andando por ahí…

Veréis: Lamet tiene página web, tiene un blog (El alegre cansancio), tuvo (¿sigue reteniendo?) cátedra de cine, fue director de Vida Nueva…, y vaya usted a saber qué más cosas tiene (porque quien tuvo retuvo, o ¿no?).

Pero esto que digo yo es especial. Es pequeñito, humilde, antiguo con pátina del tiempo pasado que ya no volverá; es profundo, es franciscano (a pesar de ser él ignaciano), es refrescante, es vital (vitalista), es hermoso, es candoroso; es literario, es visual, es musical, es oración, es………… ¡Basta! Miradlo por vosotra/os misma/os y disfrutad:

Imágenes

Bueno, y si queréis juzgar (valorar, opinar, sopesar, evaluar…), también podéis hacerlo. Pero seguro que opinaréis como yo, seguro que sí.


Avisado de que acaba de publicarse en YouTube una entrevista suya, la pongo aquí por si interesa:

Entrevista en VIDEO con Pedro Miguel Lamet

Entrevista en TEXTO de Manuel Vidal a Lamet

2 comentarios:

  1. Gracias, Miguel Ángel, por tanto piropo. En realidad de esa página que hablas doy cuenta en la mía dentro de "fotos con alma". Nunca he dejado esas fotopalabras que me han ayudado a comtemplar el mundo, ese sacramento olvidado. Enhorabueana por tu blog.

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  2. En el recorrido que hice por tu página no "di" con el "aquí" de Jesús María Quintero. No recuerdo cómo accedí a esa otra página "secreta", que a mí me recuerda qué fui suscritor y lector ávido de Vida Nueva hasta que te defenestraron o te defenestraste?, que no sé cómo fue. Nos pescamos un cabreo mi gente y yo de órdago. El caso es que pinchando por aquí y por allí la descubrí y disfruto viéndola en ratos perdidos. Creyendo que no había manera de acceder a ella decidí ponerlo en un post y publicarlo. Ya veo que no ha sido ningún descubrimiento para el personal; pero para mí sí lo ha sido y así lo he hecho notar.

    Y para nada son piropos excesivos. Hablan de un época en que parecía posible tocar la utopía misma. ¿Estaríamos soñando, con los pies a cien mil pies del suelo? A partir de aquellos tiempos todo se ha hecho más romo, y la alegría de habitar este mundo no se compagina con una alegría parecida dentro de nuestra Iglesia.

    Seguiré volviendo a ver esas fotos que muestran el alma que no terminamos de descubrir en las cosas si alguien no las expresa también con palabras.

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