El credo

Creemos en Dios, Padre de todos, que nos quiere sin medida.
Creemos en Jesús, nuestro hermano, que dio su vida por nosotros.
Creemos en el Espíritu Santo, el Espíritu de Jesús que nos da fuerza y alegría.
Creemos en el amor, que sí es posible entre los hombres.
Creemos en el perdón, en la reconciliación y en la amnistía.
Creemos en el trabajo que nos permite ser creadores de nuestro mundo.
Creemos en la amistad, porque no hay otra forma más bonita de vivir.
Creemos en la generosidad y en que merece la pena compartir todo en la vida.
Creemos en la Iglesia, que somos todos y que tenemos que seguir construyendo entre todos.
Creemos en la igualdad de todos los hombres y de todas las razas.
Creemos en la justicia, porque este mundo es para todos, sin excepciones.
Creemos en la libertad, porque para ella nos liberó Jesús.
Creemos en la misericordia que mueve nuestro corazón a acoger a todos los hombres como hermanos.
Creemos que debemos vivir como resucitados porque hemos sido llamados a la vida.
Creemos en la solidaridad hacia todos los hombres y hacia todos los pueblos.
Creemos en la tolerancia y en el respeto de todas las ideas, esperanzas e ilusiones.
Creemos en la imaginación: la imaginación al poder, para que juntos descubramos nuevos caminos.
Creemos que merece la pena estar alegres y contagiar alegría.
Creemos que la esperanza permite pensar y construir el futuro.
Creemos que la delicadeza debe presidir nuestros actos y animar nuestra vida, para que todo sea posible entre todos.
Creemos que nadie debe crecer sin educación, para que todos tengamos cultura y nos podamos defender.
Creemos en el Evangelio, la buena noticia de Jesús para todos los hombres.
Creemos que hay que recuperar la inocencia, para que seamos limpios y hagamos las cosas con honradez y claridad.
Creemos que hay que ser valientes, para defender a todos de cualquier atropello.
Creemos que todos estamos llamados para cosas importantes.
Creemos necesario alcanzar la unidad entre los cristianos, para que nuestro testimonio sea convincente.
Creemos en la oración, porque no todo está en nuestras manos.
Creemos que la naturaleza merece más respeto: queremos habitar una tierra limpia y hermosa.
Creemos que las guerras no llevan más que a la destrucción. ¡Queremos la paz ya!
¡Creemos que es posible un mundo donde todos seamos hermanos!

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